Por más calentón que sea siempre fui algo tímido y pudoroso. Por eso me daba mucha pena cuando hacía deportes y sentía el olor de mis compañeros. Era inevitable que se me pusiera dura como una piedra y era difícil de esconder.
Lo que les voy a contar hoy paso cuando conseguí mi primer trabajo que si bien me entusiasmaba, era todo un problema para mí, porque era en una cancha de fútbol 5.
Yo tenía que encargarme de atender el lugar los fines de semana por la tarde hasta el cierre. Generalmente el último turno de los sábados jugaba el dueño con sus amigos y yo me quedaba ordenando y limpiando junto a el hasta el cierre.
Al principio era todo muy formal. Diego, el dueño, era un tipo de 40 años que le gustaba el fútbol pero por una lesión no se pudo dedicar profesionalmente, así que decidió abrir ese local y organizar torneos para jugar con su equipo de amigos y hacer algo de dinero
El era muy correcto, me trataba muy bien y, por más que me sacará charla, yo siempre era muy distante porque su aroma me perdía y me esforzaba por concentrarme en otra cosa para que lo notará.
Un sábado, después de unos meses trabajando, el se quedó hasta más tarde tomando unas cervezas con unos amigos.
Yo mientras acomodaba el vestuario y mientras ordenaba encontré en un banco un slip usado.
La verdad que ya la tenía dura y encontrar eso me puso peor. Así que me escondi lejos de la puerta, lo lleve a mi nariz y me perdí en ese aroma a huevos transpirados mientras me empecé a hacer una paja.
Cuando estaba por acabar un ruido me saca del trance. Así que me acomodo como puedo, escondo el slip en el bolsillo y salgo trapeando como si nada. Pero no había nadie.
Termine de acomodar y los amigos de mi jefe ya se habían ido. Solo quedaba Diego acomodando las mesas por lo que me acerco a ayudarlo.
En un momento me dice muy serio "tenemos que hablar" y mi corazón se aceleró. Pensé que iba a perder el empleo y la verdad me gustaba mucho.
_Hace un tiempo que noto que tenés un problema conmigo _ me dice
_No Diego, no tengo ningún problema con usted. La verdad que me.gusta el empleo y le pido perdón si hice algo para...
_Shh _ me Calla_ no hablo desde lo actitudinal. Pero cada vez que te me ves sos otro.
_No Diego. Disculpe, pero no sé a qué se refiere.
_Te crees que no veo como se te para cada vez que me acerco?
_No. Discúlpeme, no quise ofenderlo es que .
_Es que sos un puto cerdo.
Yo quedé duro. El se acerca y me saca el slip del bolsillo y me dice "también sos ladrón"
_No. Es que..
_Callate! _Me grita_ vas a hablar cuando yo te diga.
La verdad que lejos de asustarme me la puso más dura.
El se acerca a la puerta. Cierra la cortina y antes de poner la llave me dice.
_Tenes dos opciones. La primera... Te vas y no volves. La verdad que técnicamente me robaste y ropa interior, así que no me podés reclamar nada.
_ �...