Eduardo - 2

(1983) Conocí a la que ahora es mi mujer cuando ella tenía 17 y yo 20 años, era una cría en su primera relación seria y ambos jugando a ser adultos, empezamos a salir muy rápidamente y no llevábamos mucho tiempo cuando ella empezó a hablar de nuestro futuro, creo que ella estaba más enamorada de mi que yo de ella y que no parase de hablar de nuestro futuro me agobiaba bastante.

Nuestros primeros escarceos sexuales empezaron como creo que empiezan todas las parejas, con besos y toqueteos, al principio yo magreaba sus pechos por encima de la ropa y ella me tocaba mi paquete por encima del pantalón, más tarde dentro de mi coche y en un polígono industrial a las afueras de Madrid nuestros escarceos evolucionaron, colocábamos los asientos todo lo plano que daban de si y poco a poco nos íbamos quitando la ropa, acariciaba y besaba sus pechos, a ella le hacía gracia que hundiera mi cara en ellos, la besaba y poco a poco desabrochaba su pantalón y sin llegar a quitárselos le metía la mano hasta tocar los pelos de su coño, jugaba e intentaba penetrarla con algún dedo, ella disfrutaba, por poco que le hiciera al sacar mi mano siempre salía muy húmeda, ella por su parte le daba un poco de corte y siempre era yo el que la animaba, me bajaba los pantalones y los calzoncillos y ella jugaba con mi polla mientras yo la besaba, ambos nos dábamos placer el uno al otro, fue al principio de estos juegos cuando me dijo que aún era virgen.

Nuestra primera vez pasó cuando llevábamos juntos cerca de 9-10 meses, fue en el piso de sus padres. Estos se habían ido de fin de semana y aprovechamos para quedarnos solos el máximo tiempo, en cuanto llegué nos empezamos a morrear y poco a poco nos íbamos quitando la ropa, llegamos a su habitación y ella se tumbó en la cama a la vez que se iba quitando sus braguitas, yo mientas me iba quitando la ropa y me quedé completamente desnudo delante de ella, me agaché sobre ella y empecé a sobarle los pechos, poco a poco fui bajando y le iba besando su barriguita, el ombligo, el pubis y me puse a hacerle un buen cunnilingus, ella disfrutaba mucho.

- Fóllame, ¡quiero que me folles ya!.

Me levanté y sin ponerme condón la penetré, como era su primera vez lo hice con cuidado, mi polla no es muy grande, mide 12 cm en erección, a ella parece que no le dolió, al contrario parecía disfrutar así empecé a darle caña cada vez más fuerte, al cabo de unos 3 minutos tras penetrarla me corrí dentro de ella, saque mi polla de su coño y salió super húmeda, le metí los dedos y literalmente le chorreaba el coño.

- ¿Te lo has pasado bien?
- Mucho.

Nuestra relación se mantuvo durante un par de años y cuando ella tenía unos 19 años la dejé, ¿el motivo? no paraba de hablar de nuestra futura boda, de los hijos que tendríamos juntos, estaba bastante agobiado y finalmente no aguanté más y corté con ella. Durante un tiempo me estuv...