Escrito por: pabliski
2332 palabras
Apenas había luz. Mis ojos se habían hecho a la oscuridad. Me movía como un gato sorteando obstáculos abriéndome paso con una mano y con la otra tapándome mis huevos y mi rabo, aun duro a pesar del susto. Tenia miedo que algún arbusto alcanzase mi polla así que decidí parar y pensar. Me puse de cuclillas detrás de un árbol. No tardé mucho tiempo en decidirme, tenia que volver a por todo. Con suerte, ese grupo se habría ido y no se habría percatado de mis pertenencias siguiendo sus miradas a nuestros cuerpos desnudos huyendo de la escena.
Retomé el camino despacio estando atento a cualquier ruido. Todo permanecía en silencio por lo que pensé que ya no habría nadie. Cuando llegué al sitio busqué mi ropa por todos lados, pero solo logré encontrar mis zapatillas y mis gayumbos. Estos últimos, tenían un agujero en la parte trasera. Me puse lo poco que había y seguí buscando, pero no encontré nada.
Agotado, decidí parar. Me senté de espaldas a un árbol y comencé a llorar. No podía creer lo que me estaba pasando. Al poco escuché unas pisadas. Me escondí tras unos arbustos. Llegaron tres tíos entre 30-40 años. Uno calvete, de complexión basta, barba descuidada y con bastante tripa cervecera. Era el mas bajito, supongo que unos 1.65 metros. Otro era un poco más alto, quizás como yo. Era muy delgado, su cara parecía una calavera con los huesos muy marcados. El tercero, era el mas normal. Mentón amplio, también con un poco de tripa, pero con brazos anchos. Tenia cuerpo de jugador de Rugby retirado. Sería el mas mayor de unos 40 y tantos.
-¡¡Vaya!! Parece que la zorrita ha vuelto a por sus cosas.
-Si, que cara de pena se le habrá quedado cuando ha visto que solo tenía sus calzoncillos y las zapas. Irá como un pincel por el parque.
-Venga zorrita, sal de tu madriguera. ¿No querrás pasearte por la calle así, ¿no? ¿O acaso vas a vivir toda tu vida aquí, entre arbustos?
Permanecí callado, detrás del arbusto.
-Callaos hombre, no seáis hijos de puta.
Chaval, si nos estas escuchando no tengas miedo, no te vamos a hacer nada malo. Ven a por tus cosas.
Dudé un momento. Si de verdad no querían hacerme nada, ¿por qué no dejaron todas mis cosas donde estaban? No obstante, no era un niño, tenia que enfrentarme a ellos.
Me puse de pie y salí.
- ¡Atención! Mirad quién ha salido de su madriguera. Hola princesa, ¿qué tal estas? ¿Nos tenías miedo?
-Por favor, no quiero follones, dadme mis cosas y me iré.
-Si claro, sin problema -contesto el que parecía un jugador de rugbi y parecía ser mas bien el cabecilla- pero solo una cosa.
- ¿Qué? Venga dadme las cosas, por favor. No tengo dinero ni nada os lo juró. Salí sin nada de eso.
-Si, saliste solo a comer pollas y a que te diesen por culo. No te preocupes, nosotros salimos por algo parecido. Bue...
Mi novio el cornudo (III)
Xtudr és el xat per a gais fetitxistes definitiu. Troba fàcilment milers de nois de la teva
ciutat que comparteixen els teus mateixos gustos i gaudeix enviant i rebent missatges en
directe.
La xarxa nº1 de trobades entre nois us ofereix una experiència ràpida, fàcil, i divertida amb la
qual podreu conèixer molta gent nova com pabliski.
Amb Xtudr podràs:
- Crear un perfil amb les teves fotos i afegir les teves preferències.
- Veure els perfils i fotografies d'altres usuaris.
- Enviar i rebre missatges sense límits.
- Utilitzar els filtres de cerca per trobar la teva mitja taronja.
- Enviar i rebre Taps als que més t'agraden.
Registra't a l'app fetitxista i BDSM més popular i comença la teva aventura.
https://www.xtudr.com/ca/relatos/ver_relatos_basic/39423-mi-novio-el-cornudo-iii