Aparcó el coche y nos bajamos. Mi Amo me miró sabiendo que conocía aquel lugar aunque estabamos en un zona diferente a la que estuve con Pablo y Diego. Se acercó y sin decirme nada puso sus manos por debajo de la camiseta hasta que note como sus dedos apretaban mis pezones. Yo reprimí el dolor mordiendome los labios hasta que dejó de apretarlos. Al apartar la mirada vi que un par de tios estaban en el interior de un coche aparcado a unos metros del nuestro. Mi Amo me giró de forma que pudieran verme mejor.

Me hizo desabrochar los pantalones y puso sus manos entre la ropa para deslizarlos y dejar expuestas mis nalgas...y el tanga. Notaba sus manos sobre mi piel lo cual empezaba a excitarme el saber que estaba siendo expuesto a la mirada de aquellos desconocidos.
Escuche el ruido de las puertas de un coche y sin dejar que me girara mi Amo dejó de manosear mi culo. No tardé en notar que otras manos ocupaban su lugar al tiempo que mi Amo volvía a dedicarse a mis pezones. Las manos de los dos hombres empezaron a recórrer mi espalda, cuello y pecho. Me hizo un gesto para girarme y vi como las pollas de los dos estaban listas para complacerlas. Sin esperar ninguna orden más me arrodillé y sus pollas entraron por turnos en mi boca pero sin correrse. Me levanté en el momento que los dos tipos se subían de nuevo al coche.

Quise subirme el short pero tuve la negativa de mi Amo. Con el tanga y la camiseta desabrochada seguí a mi Amo hasta otra zona del bosque que el primer dia vi que era la más frondosa. Al meternos dentro me sentí mas “protegido” por el hecho de ir medio desnudo aunque la sensación de exibirme me había excitado mucho. Mi Amo me hizo seguirle y entendí que buscaba mas desconocidos...y los encontró. Vimos a un par que estaban charlando y mi Amo me hizo esperar mientras se acercó a ellos.

Sin saber que decian pero teniendo claro que yo era el “motivo” esperé hasta que mi Amo me hizo una señal para seguirlos. Me apresuré en llegar hasta ellos y los seguí hasta un sitio apartado que parecía el lugar donde seguiria mi entrega.

- La camiseta – me indicó mi Amo como señal que debía quitarmela

Me quedé solo con el tanga y el calzado mientras seguian hablando en un pequeño corro. Mi Amo se giró y recibí una nueva orden

- A cuatro patas – me indicaron señalndo una especie de manta que había detrás mio

Me arrodille y con cuidado me puse en aquella postura asumiendo mi entrega. Escuche como se acercaban y recibí un azote en las nalgas que resonó en todo el lugar. Me hicieron bajar la cabeza y note como recorrian mi cuerpo con sus manos y uno de ellos puso su pie golpeando suavemente mis tetas. Levanté la mirada lo justo para ver que era mi Amo.


Recibí un par de azotes pero mi excitacíon iba en aumento al ver como aquel pie empezó a subir por mi pecho hasta llegar a ponerlo delante de mi cara. Si...