De machito de gym a nenaza 2

Ahí estaba, Cristian riéndose y yo de rodillas a sus pies con la cabeza agachada, la verdad es que hasta ese momento nunca había pensado en una situación así y me sorprendí sintiéndome muy cachondo y con ganas de más.

- Levantate y quítate la ropa, menos los calzoncillos

Solo llevaba un pantalón corto y una camiseta de tirantes, el pantalón corto no dejaba mucho a la imaginación, se notaba que iba empalmado, hice lo que me pidió, me quedé solo con el slip ajustadísimo que llevaba, Cristian empezó a mirarme.

- A ver lo fuerte que estás, saca bola, bonitos brazos, ahora que te veo sin camiseta se te ven las tetas mucho más grandes de lo que parecía, podrías hacerme una cubana sin problemas jajajajaja, no te pongas rojo jajajaja, sabes, acabo de pensar que te voy a poner un mote y a partir de ahora te voy a llamar así, ¿que te parece?

No sabía que pensar, solo dije

- Si señor
- Muy bien, aprendes rápido, a partir de ahora te vas a llamar tetitas, vas a ser mi nena y voy a poner algunas normas de comportamiento y vestimenta, porque me gustas y quiero seguir viéndote y educandote a mis gustos para mí disfrute, ¿Te gusta?

La verdad es que me sentía un poco ridículo escuchando eso, y en ningún momento hemos hablado de volver a vernos, simplemente lo ha decidido sin darme opción.
Yo seguía con el rabo duro, así que no podía decir que no me daba morbo la situación volví a decir si señor.

- Muy bien tetitas, aprendes rápido, eso me gusta, acércate.

Me acerqué a él y sin previo aviso me dió un golpe en los huevos que me dejo por un momento sin respiración y que provocó que se me bajara el rabo de golpe.

- Así mucho mejor, recuerda que has dicho que ibas a hacer lo que yo quisiera para complacer mis gustos, no quiero verte el rabo nunca y mucho menos verte empalmado, a partir de ahora te lo vas a poner entre las piernas hacia detrás, quiero que parezca que no tienes nada, como la nena que eres, ya puedes empezar.

Sin decir una palabra obedecí, todavía me dolían los huevos del golpe, me puse el rabo como me dijo Cristian. Como los slip que llevaba me venían un poco pequeños y apretaban bastante se quedó mi rabo flácido bien cogido hacia atrás, realmente parecía que no tuviera nada, en ese momento me fijé que Cristian tenía el rabo durísimo, estaba claro que la situación le estaba poniendo a mil.

- Así me gusta Tetitas, eres una nena muy obediente, se te ve muy bien así, con esas tetas y sin paquete, como si tuvieras coñito, el próximo día te traeré yo la ropa interior que quiero que lleves, pero para hoy está muy bien así, siéntate encima mío.

Me senté encima de su rabo y empezamos a besarnos, Cristian me manoseaba las tetas como si fueran las de una tia y empezó a moverse como si realmente tuviera coño y me estuviera follando, me dio mucho morbo l...