Aunque en alguna ocasión, había estado con algún chico, a cambio de dinero, fue de manera rápida. Alguna vez, en la estación de autobuses, cuando ibas a buscar cruissing, se te ponía al lado algún niñato macarra, que acababa de salir de un correccional y no tenía como ganarse la vida. En ese caso, ibas con el chaval a una cabina, de un sex-shop, que había en la misma calle de la estación, y por 10 o 15 euros, nos haciamos unas mamadas rápidas y unas pajas, y te ibas apañado a casa.
Esta vez, era distinto. Yo estaba solo en mi piso, estaba de colocon. Cuanto más me colocaba, más cerdo me ponía. Pensé en salir a tomar una copa, por alguno de los sitios que tienen cuarto oscuro, o directamente acudir a un sitio de cruissing.
La verdad es que cualquiera de éstas opciones, me daba pereza, además que ninguna te aseguraba llegar a casa desfogado.
Como me pilló con algo de pasta, decidí buscar un chapero por Internet y acudir a su casa, aunque fuera media hora. Con eso tenía bastante.
Busqué "chaperos en Alicante" la verdad es que obtuve bastantes resultados, pero claro, no todos me gustaban. Finalmente di con una web, era un piso de chicos en el centro. Yo según las fotos, elegí a un chaval que era español, de unos 23 o 24 años. Yo entonces, tendría unos 30 años.
Tras ponerme en contacto con él, me dio la dirección completa y me pasó las tarifas. Creo que media hora eran 60€ y 100, la hora completa. Le dije que iba a ser media hora y acudí al piso.
Me abrió él, directamente, aunque en el piso había más chicos, incluso uno de ellos, solo era el dueño, y te recibía para presentarte a todos los chicos ( esto lo supe en la segunda visita).
Pasamos a la habitación que me dijo, era un chaval muy guapo, rubito, de ojos claros y con un buen pollon (sin circuncidar, que es de los pocos requisitos que exijo).
Yo estaba muy nervioso, ya que era mi primera vez en un sitio así.
Me había tomado una viagra, ya que sabía que entre el colocon y los nervios, me hubiera costado ponerme duro.
El chaval me sentó en la cama y se sacó el pollon. Yo empecé a mamarle, cuando se me puso dura, le dije que le tocaba a él.
Le quité toda la ropa y le hice mamarmela hasta el fondo.
Pasados unos minutos y conmigo tumbado en la cama, se puso de rodillas al lado de mí cabeza. Se la enganche con la boca, hasta que me dijo, "para o me corro". Me la saqué de la boca y con la mano, le hice que me llenara el pecho de lefa.
Después le obligué a restregarse la lefa por las dos manos, con una me tenía que meter el dedo en el ojete, y con la otra, pajearme.
Fue poco más de 1 minuto, lo que tardé en preñarle la cara y la mano, mientras él seguía con su dedo metido hasta el fondo de mi ojete.
Esa fue mi primera vez, a ésta le siguen algunas más. Más morbosas y con menos nervios. Gracias por leer. Besos.