Es una fantasia, pero salvo el momento en que me descubre, todo lo demás es real y el colega existe.

Soy un chico de 23 años, llevo vida hetero
y soy masculino. Nadie imaginaría que en verdad siento mucho morbo con la idea de fantasear con lamer los empeines de las zapas de otro chaval o colega y que quedase en estricto secreto de ambos, entre otras humillaciones. El caso es que en verano, de entre todos mis colegas habia uno que me despertaba bastante atención. Por mucho que yo siempre me hiciese el más macho con él, y él no sospechase nada de nada, ademas de que conocía a mi novia, a mi me encantaba disimuladamente fijarme en su espectacular trasero, en su atractivo, su pequeña cresta y sus cada vez más pronunciados músculos que cada año iban a más con sus rutinas de gimnasio. También me encantaba organizar rutas en bici con él porque, al ir yo más despacio y detrás, él muchas veces iba sin camiseta y podia fijarme en su culazo moviéndose muy cerca de mi delante al pedalear él en su bici.

Otra de las cosas que me encantaba era cuando me pedía que grabase un salto suyo a la piscina o le hiciese una foto por detras mientras enseñaba músculos para el instagram en la piscina.

El caso es que uno de los dias que iba en bici a un pueblo de playa muy cerca del mío, donde vive mi colega, para ir luego ambos a jugar un partido de fútbol que organizaba nuestro grupo de amigos del verano, me dio un pequeño mareo y tuve que continuar andando, por el tremendo calor que hace un día de pleno agosto a las 16h de la tarde en esta zona. Cuando llegué a su casa, me ofreció un refresco, ya que él no bebe ningún tipo de alcohol, está obsesionado con la vida sana, y debido a mi pequeño mareo era lo mejor para recuperarme. Además, él en verano está sólo en esa casa porque por peleas con parte de su familia le dejan solo durante unas cuantas semanas. Ciertamente, es otra de las cosas que me dan morbo de él, el rollito "scally" siempre me ha dado morbo y el cabron tiene fama de malote y un poco de pandillero, todo lo contrario a mi que soy un chico más bien pijete y que pasa desapercibido.

La verdad es que aún no se cómo pude cometer ese error tan fatal, al dejar mi telefono móvil encima de la mesilla de su sala de estar. Supongo que al haber estado mareado recientemente, no tenía la cabeza muy lúcida. Otro de los errores, si cabe peor que el primero, fue no borrar en verano las fotos y videos porno gay relacionados con la humillación y los morbos que me van y que tenía a raudales en mi teléfono en la galería. Creo que tampoco imaginé que mi colega fuese a coger el movil o a echarle un vistazo.

Cuando regresé del baño y me eché agua en la cara mi colega estaba bastante callado, además tenía mi móvil en una mano. Entonces fue cuando dijo lo siguiente:

+Eh tio, te habías dejado el móvil. ¿O debería llamarte maricona asquerosa? Ya podrías hab...