Mi amo me prostituye en el sauna

Me dejó mi novio y eso me puso muy triste, pero también muy puta, sedienta como nunca de verga. De vez en cuando, antes de ponerme de novio, me follaba un amo pelado muy sexy que me hacía servirle en su apartamento. Lo volví a contactar a los pocos días de que me dejara mi novio. El amo me dijo que esta vez teníamos que ir al sauna porque me tocaba ser la puta de todos cuantos me cruzara allí. Me exigió que me depilara y que le mandara fotos de mi culo bien lampiño, y también de mis piernas y mi pecho. Me dijo que me iba a avisar cuando debía ir al sauna.

Mi ansiedad esos días fue incontenible, el amo demoró como una semana en contestarme. De pronto un miércoles me dice: "mañana a las 5 pm en el sauna. Llévame cigarrillos." Sentí cómo se me hacía agua la boca y un poco incluso que se me dilataba el agujero trasero de solo leer su mensaje. Conocía sus morbos y él los míos. El sabía que a mí me encantaba cuando él me obligaba a chupársela por varios minutos, flácida, dura, semi-flácida, hasta el fondo, sólo la puntita, con fuerza, despacio o rápido. Me derretía cuando me agarraba la cabeza y la mandíbula con fuerza y me movía con fuerza la cabeza entera para darle placer a su verga maravillosa. Y también sabía que si llegaba a orinar, me moría de ganas de que fuera en mi boca de puta. Pero esta vez quería que varios me usaran y eso me daba miedo. Como quería seguir siendo su puta accedí, a pesar de que no me gustaba la idea de andar chupando pijas sin ver bien el dueño o dejándome penetrar sin conocer. Pero el morbo podía más.

Al otro día al salir del trabajo me apuré, pasé a comprar sus cigarrillos, conseguí un par de condones y me dirigí al sauna como me había ordenado. Al llegar lo esperé en la esquina del sauna - quería que lo esperara afuera para darme más instrucciones. Esperé algunos minutos y cuando me había bajado un poco la ansiedad me sorprendió por detrás (flipé!). Me dijo: dame la plata de mi entrada al sauna, voy a dar una vuelta, y tú vas a entrar ahora. Te doy 10 minutos para que tengas tiempo de entrar, desnudarte y empezar a chupársela a alguno. Cuando yo entre tienes que estar chupando a fondo una pija. Me dio tanta adrenalina el pedido que empecé a temblar de la excitación.

Me apuré a entrar, pagar, desvestirme, ponerme esa toallita diminuta que te dan para moverte por el sauna y entré, en busca de algún macho que me gustara como para chupársela. Me sentí más puta que nunca.... Vi un hombre de unos 50 años, de buen cuerpo, alto y grandote, aunque no musculoso. Por suerte le gusté y se me acercó. Le dije que necesitaba chuparla mucho rato (mi amo iba a demorar, estaba seguro). Se la chupé por cómo diez minutos y casi se corre en mi boca, pero el amo no llegaba.

Entonces le pedí cambiar de recinto, ir a uno donde se nos viera con más claridad (dónde estábamos había mucho vapor y poca l...