El día después de la ordeña, era el mercado de esclavos que habíamos estado esperando por 3 meses, para añadir sumisos a nuestras jaurías, pero también era la perfecta oportunidad para adquirir artículos de sesiones (Látigos, dispositivos de castidad, collares, cadenas, trajes, etc), en fin, el punto era que los esclavos tendrían más compañeros y nuevas formas de castigo...

Amaneció soleado y despejado, perfecto para salir, sin levantarme de la cama, le di mi orina de la mañana a mis 3 esclavos, que se la tragaron sin tirar ninguna gota; terminé y me fui a dar una ducha, salí, me puse mi traje de cuero negro y azul, pues el plan era salir a las 8:00 am y llegar 8:45 am, ya que el mercado iniciaba 9:00 am en punto, así que tenía tiempo, apenas eran 7:15 am.

-¡¿Qué esperan, esclavos inútiles?!, ¡¿Les tengo que dar de latigazos para que bajen a preparar el desayuno?!, vaya perros inútiles que tengo-.

-Lo sentimos AMO, ahora mismo bajamos- Dijeron con la frente en el suelo, sobre la alfombra, temblando de miedo ante mi -Por favor no nos castigue-.

-Bajen ahora, antes de que me enfurezca y los baje de una patada, inútiles-

Bajaron a toda prisa hacia la cocina, mientras yo me terminaba de vestir con una sonrisa sádica, encendí mi portátil y revisé mis redes sociales, contesté algunos mensajes de TuAmo.net, y pasados 20 minutos, oí a mis compañeros bajando la escalera hacia el comedor, me apresuré a salir y unirme a ellos.

-Joder Mario, si que te ves apetitoso- Dijo maliciosamente Mauricio.

-Pues ven y prueba si eres tan valiente Mauricio- Contesté yo en el mismo tono.

-Vamos ustedes 2, luego ven a quien se tiran, tenemos que salir rápido y estos esclavos inútiles no tienen listo el desayuno, llegaremos tarde- Dijo Cristhian mientras apartaba a uno de sus esclavos de una patada.

Pasamos al comedor y los esclavos sacaron de prisa el desayuno, café con leche de esclavo y pan recién horneado a base de leche de esclavo y harina.

-Omar, veo que ya estás ansioso, ni siquiera tocas tu desayuno- Dijo Julio con una mirada pícara.

-Es cierto Julio, está muy ansioso desde ayer- Añadió Mauricio.

-Ya dinos que te pasa Omar- Insistí.

-Pues la verdad ya quiero ver si hay algún buen ejemplar- Dijo Omar refiríendose a los esclavos.

-Si sabes que los mejores serán subastados, ¿Cierto?- Contestó Cristhian.

-Mejor terminemos con el desayuno y salgamos rápido- Terminó Julio acabándose su desayuno.

Todos hicimos lo mismo, los esclavos habían comido de prisa en sus platos para perro, nos cercioramos de que sus collares y sus dispositivos de castidad estuvieran bien puestos.

Salimos en 2 camionetas en dirección a un terreno parte de un bar leather gay en donde se celebraría el mercado de esclavos, en la primera camioneta, conducida por Mauricio, todos los amos íbamos c�...