Castigando a mi esclavo (Relato completo).

Estaba reunido con otros amos y sus esclavos, en una casa grande propiedad de mi amigo Julio, ahí siempre nos reuníamos cada fin de semana, y discutir de nuestros esclavos e intercambiarlos por un rato, cada amo tiene su habitación privada y los esclavos tienen un dormitorio comunitario aparte, y cada esclavo tenía que obedecer a los otros amos en lo que le ordenaran, siempre con la autorización de su AMO.

Era sábado y los amos nos reunimos en el comedor para discutir lo de siempre, mientras los esclavos aseaban la casa y preparaban de comer, y cada amo llevaba a todos sus esclavos, y estábamos en eso, cuando escuchamos un grito de furia de mi amigo Cristhian, venía de su habitación, en eso fuimos hasta su cuarto para ver que estaba pasando, y vi a uno de mis esclavos, roberto, en una esquina, con una marca de golpe en la espalda media, pero lo que me hizo enfurecer fue el traje de cuero negro y rojo que estaba destrozado sobre la cama, y los esclavos no tenían permitido subir a la planta alta, donde estábamos nosotros sin el permiso de su AMO, al preguntarle a Cristhian que había pasado, me dijo que cuando iba a su cuarto a cambiarse, vió a mi esclavo sobre su traje de cuero con un cuchillo de cocina afilado, rompiendo el traje de mi amigo, él gritó de ira y le dió una patada en la espalda media; cuando me dijo eso, yo me puse más furioso que nunca, con una mirada asesina le ordené a mi esclavo seguirme a 4 patas y en silencio, él me siguió despacio, y Julio de una patada lo lanzó hasta la escalera, lo detuve jalándolo del cabello y lo jalé escaleras abajo detrás de mi, yo trataba bien a mis esclavos, pero cuando me enfurecía era sádico y extremadamente cruel, y con los otros amos detrás de mi, lo lancé de una patada hasta la sala de sesiones y castigos, llevaba puesto un traje de cuero negro y azul de cuerpo completo con botas, guantes y cinturón, sin máscara; amarré a mi esclavo a unos tubos de metal que pendían del techo con cuerdas, le coloqué un dispositivo de castidad con un candado de plástico mientras lo insultaba, le dije:

-¡Maldito perro inútil!, ¡Yo no pagaré ese traje que destrozaste lo repondrás tú, así que me dices quien te dijo hacer eso o si lo hiciste por tu cuenta y por que me desobedeciste o te juro que de una patada te dejo en la calle a ver quien te recoge!-

-AMO, por favor, le suplico piedad, yo lo hice por mi cuenta, porque no me parecía como trataba el amo Cristhian a sus esclavos y quise darle una lección-

-¡¿Y quién te autorizó a hacer eso?!-

De mi esclavo solo obtuve silencio, sin avisarle tomé una cubeta con agua helada que estaba en la sala de sesiones y mojé mi látigo, con el resto del agua le mojé el cuerpo desnudo, y sin darle tiempo a respirar, le di el primer azote que tronó por toda la casa, su grito de dolor no se hizo esperar, le coloqué pinzas en pezones y huevos y le dije:

-El más mínimo grito y cada...