NO ES UN RELATO PROPIO...

El esclavo de mi primo (I)
Hola. Mi nombre verdadero no lo puedo revelar sin embargo me voy a llamar Alejandro, esta historia es 100% real. Vivo en una ciudad de Venezuela llamada Maracay, mi vida transcurría perfectamente hasta ese día, aunque siempre sentí inclinación por los chicos, nunca fue algo que me molestara. Nunca había tenido ninguna experiencia sexual y siempre busque tener una que otra novia para tapar mis sentimientos gay ante la sociedad.

No me puedo considerar un niño rico, pero siempre estuve cómodo, además siempre fue un niño consentido por mis padres, vivo en un edificio propiedad de mi abuelo, en el apartamento de al lado vive mi primo el cual llamare Javier, no es el top teen de la belleza sin embargo había algo en el que me gustaba, yo consideraba que era su hombría y luego lo comprobé.

Un día me dice que si quería ver unas películas porno en su cuarto, yo le dije que si que no había ningún problema, nunca pensé que ese día cambiaria totalmente mi existir, pero así fue. Me dirigí a su habitación y coloco la primera película, empezó a realizar comentarios de "lo buena que estaban las chicas", "que estaba muy caliente", "que ya no se satisfacía con las pajas", y yo que me reventaba por complacerlo, hasta que empecé a jugar diciendo que si seguía fastidiándome con sus comentarios le iba a golpear el miembro, claro que en vez de golpearlo lo agarre y le dije que si seguía seguiría golpeándolo, el enseguida se empezó a burlar de mi "golpe" diciendo que era una nena, que no sabia golpear, yo hice que me ponía furioso y le metí la mano en la entrepierna y empecé a jugar con su miembro.

En ese momento firme mi sentencia, me cacheteo y me dijo que por haberlo excitado iba a pagar caro, pues nadie le tocaba el miembro y salía sano, cabe destacar que el tiene 4 años mas que yo y por lo tanto me podría someter fácilmente, y me gustaba esa sensación, sentir que el podría hacer conmigo lo que quisiera. me agarro fuertemente del cabello y me dijo que le besara el miembro a través del pantalón, en ese momento para agregarle morbo al asunto me negué, me dio otra cachetada y me dijo que si no hacia lo que me decía le iba a contar a mi mama que era un marica, en ese momento si comencé a sentir miedo, y empecé a obedecer sus ordenes, comencé a besar su entrepierna y a pesar que tenia el interior y un jean sobresalía su olor a hombre, olor al cual me tendría que empezar a acostumbrar.

Después de unos minutos de estar así, me halo el cabello y me dijo que como era una puta no me podría llamar Alejandro y que mi nuevo nombre de ahora en adelante seria Sonia y que yo a el en nuestra intimidad lo tendría que llamar Amo, esto a pesar del miedo que sentía me excito mas, sin embargo no tuve mucho tiempo para pensar pues como si fuera un mandato telúrico me ordeno que me desvistiera poco a poco, y que si no quedaba complacid...