Hombre de rasgos marcados y mirada provocadora, su piel dorada reluciendo a la luz tenue. El fluido blanco resalta sobre su rostro, goteando lentamente desde su frente, pasando por su nariz, hasta llegar a sus labios entreabiertos, donde una lengua juguetona parece deleitarse con el sabor salado. Su cabello oscuro y desordenado se mezcla con las manchas, ofreciendo un contraste provocador. La escena emana pasión y desenfreno, capturando un momento de liberación íntima.