VOLVER A LA SUMISIÓN /1

Escrit per: SumisoPasivoNovato

Mi primera sesión como esclavo en más de 20 años y ya estaba desnudo, con los ojos vendados, medio colgado del techo por los brazos atados, me habían dado más de 20 latigazos y ahora tenía a no sé cuantos tipos toqueteándome como si fuera una pieza de ganado esperando para el matadero. ¿Cómo había llegado hasta aquí?

Conocí a George (nombre ficticio) a través de una web bdsm internacional. Él es americano y pasa temporadas en Barcelona (eso sí es real), y nos conocimos en febrero aprovechando que yo tenía trabajo en Barna. Primero me invitó a tomar una cerveza cerca de Las Ramblas y de mi hotel. Para aclarar bien qué buscamos cada uno. En cuanto nos vimos nos caímos bien. George es pelirrojo y barbudo, algo más alto que yo y bastante más corpulento. Y con una mirada de ojos grises verdaderamente intimidante.

Yo fui muy sincero. Hasta los 30 años ejercí de pasivo e incluso tuve alguna experiencia en bdsm como esclavo. Después de los 30 cambié de rol completamente, y fui activo y bastante dominante con alguno de mis chicos. Pero desde hacía años quería volver a probarme como sumiso y pasivo, mi cuerpo me pedía un nivel de intensidad sexual que ya no conseguía como activo. Ahora por fin me atrevía a buscar un amo que me guiara. Poco a poco, le dije a George, casi le rogué.

Él se quedó un rato en silencio sin dejar de mirarme directamente a los ojos. Está bien, dijo por fin, mañana podemos probar. Poco a poco, remarcó con su acento yanki. Ahora quiero que vayas al baño, te desnudes totalmente y te hagas fotos de todo tu cuerpo y me las envíes al whatsapp, luego te vuelves a vestir pero sin ponerte el slip, me lo quedaré en préstamo hasta mañana.

Cuando regresé del cuarto de baño él estaba concentrado viendo mis fotos. Sin levantar la mirada de su móvil alargó la mano abierta, y yo le entregué mis calzones. Los olió un momento y se los guardo en el bolsillo de su chaqueta. Ese gesto me dejó flipado.

-Quiero que mañana vengas totalmente afeitado. Todo el cuerpo. Nada de vello, ok? Y no traigas ropa interior, mañana te devolveré tus calvinklein.

Después me contó las cosas que le gustan y todo lo que podría hacer conmigo. Yo estuve de acuerdo en casi todo, pero de nuevo le rogué que por favor fuera paciente conmigo y que avanzáramos… Poco a poco, little by little, se adelantó a decir él, ya lo sé, no te preocupes, te cuidaré bien. Y de pronto, metió su mano izquierda por mi camisa abierta y me tocó los pezones. Sonrió ante mi suspiro y la descarga eléctrica que me recorrió entero.

-¿Te das cuenta que ya eres mío?

Aquello hizo que me ruborizase.

-Yo sé que serás un buen perrito, Te sorprenderás, ya verás.