He recuperado de mi anterior perfil este relato

Está historia comienza cuando erá muy jovencito

Empecé a darme cuenta que no era como los demas chicos, me gustaban juegos muy diferentes, muñecas, vestirme de niña, etc.

De hecho me sentía más agusto rodeado de chicas.

Pasaron los años y mis modales afeminados se acentuaron.

No era lo que se dice un lumbreras en el colé.

Mi padre me inscribió en un colegio privado a ver si mejoraban mis notas, cosa que no ocurrió.

Con 15 años mi cuerpo se habia desarrollado bastante bien, chico fibrado, alto, pelo castaño y ojos verdes.

A pesar de mis maneras, tenía algunos amigos y muchas amigas.

Siempre de buen humor y muy alegre.

A esa edad me mataba a pajas y aún no había tenido relaciones, un par de amigas me tiraban los tejos, pero mi mirada estaba enfocada en silencio hacia mi amigo Ricardo desde el dia que le vi desnudo en su casa preparandose para bajar a la piscina.

Me fascinó su cuerpo esbelto y su preciosa polla.

Cómo he dicho en silencio.

Creo que mis amigos imaginaban que era gay pero ninguno se atrevía a preguntar.

Un día al comienzo de las clases en el colegio privado teniamos que pasar por la consulta médica.

Estuve en la sala de espera casi 30 minutos, era un fastidio porque fue el último por pasar.

Cuando me llamo el médico se me aceleró el corazón, era el chico mas guapo que había visto en mi vida.

De unos treinta años, de piel morena, pelo casi negro, ojos obscuros, mirada profunda y sonrisa preciosa.

Tenia que inventar lo que sea para que me examinará a fondo.

¿Pero que decirle?

Se me ocurrió comentar que en gimnasia me quedaba atascado por un profundo dolor en la ingle.

Primero me pidió de subir mi camiseta para auscultar mi pecho y corazón, luego de sentarme y golpeó mis rodillas para ver mis reflejos y Finalmente me pidió que le mostrará la zona o el punto de dolor.

Antes que el dijera otra palabra me bajé el pantalón y le mostré justo cerca de mi testículo derecho.

El tocó con mucha prudencia de no rozar mis genitales y me solicitó de pedir a mi médica de cabecera una radiografía y de traerla cuando estuviera para examinarme con radio en mano.

Me quede decepcionado, queria más examen, sentir sus manos tocar mi cuerpo.

Mi polla empezaba a engordar cuando me pidió de vestirme.

Me dijo que volvia la próxima semana y con suerte la radiografía estaría lista.

Me apresure de pedir a mi madre cita con mi doctora de cabecera.

A los dos días me hicieron la radio.

Estaba muy nervioso,

¿se daría cuenta que no tengo nada en la ingle?

¿Me volvería a auscultar?

A la semana siguiente me llamaron de la rece...