IN-FRAGANTI

Aitor estaba trabajando. Alguna vez, unos minutos antes de empezar a trabajar por la tarde solía curiosear en Internet cosas sobre BDSM, sumisos, etc. Él pensaba, que lo hacía de modo privado y fuera de las horas de trabajo, aunque en los ordenadores de la empresa no iba a ser captado. Pero como la empresa tuvo algún problema con algún virus, fueron instalados una serie de programas de protección, pero también fue contratada una empresa de seguridad que hizo un informe con la red de la empresa.
Esta hizo un informe que presentó al gerente de la empresa que lo leyó atentamente. Había muchos trabajadores que leían el periódico, algunos que contrataban aviones etc. Otros que veían porno, nunca pensó que habría tanta gente dándole un uso privado. La mayor parte fuera del horario de trabajo, pero lo que le llamó la atención fue el tráfico del ordenador de Aitor, pero no por nada sino porque tenía los mismos gustos que él, pero en el lado contrario.
Él hacía mucho tiempo que era Dominante y tenía una amplia experiencia, pero ver que alguien tan cercano se complementaba tan bien con él despertó su instinto. No podía chantajearle porque su entrega no sería sincera, aparte que él, aunque no tenía escrúpulos, sus sumisos siempre deseaba que se entregasen por propia voluntad. Tenía que idear un plan. Se le ocurrió uno, era muy malo y seguramente no tendría éxito, pero bueno, quería ver cómo reaccionaría el sumiso cuando se supiera sorprendido.
Pulsó el botón de su interfono y le dijo a su secretaria:
Llama a Aitor que acuda a mi despacho inmediatamente.
La secretaria obedeció y al de veinte minutos el hombre traspasaba el umbral de su despacho. Antonio lo hizo pasar y le hizo tomar asiento. Antonio estaba serio, con aspecto casi enfadado. Tomó la palabra:
Como sabrás, hemos tenido problemas informáticos y me acaban de pasar el informe correspondiente. He visto que muchos de mis trabajadores hacen un uso ilegitimo de los recursos de la empresa. Tú también, pero tu historial de navegación me ha sorprendido y, entre tú y yo, si no estuviera en mi posición estaría muy excitado. Como comprenderás soy Dominante, Sádico y muy duro y exigente, pero, lo mismo que lo soy, soy alguien con la cabeza en su sitio, me follo mentes, pero no las destruyo, solo las inmovilizo y poseo para mi placer.
Al mismo tiempo que hacía eso jugueteaba en sus dedos con una tarjeta que, por lo que pudo ver Aitor era de un bar. Era una tarjeta oscura con aspecto siniestro. Se fijó en ella, pero no pudo leer el nombre. Intuyó que formaba parte de su mensaje. Le quedó claro que, aunque molesto por el tema de Internet, no lo iba a sancionar y, aunque le encantaría someterlo, no lo haría por su posición, salvo que se encontrasen fuera del ambiente laboral.
Aitor salió del despacho y se dirigió a los ascensores. Cuando levantó el brazo para pulsar el botón se cayó al...