Contenido 18+

18+ significa contenido Adulto. La vista del contenido en esta comunidad podría no ser adecuada en algunas situaciones.

Las publicaciones de esta página pueden contener imágenes, referencias o historias explícitas.

PRESTADO A NICK “ATADORAZOTADOR”: SANGRE Y PLACER (I)

Escrito por: obedezco_BEAR4040

PRESTADO A NICK “ATADORAZOTADOR”: SANGRE Y PLACER (I)

En apenas dos minutos más de conducción llegaré al punto de la cita. En este momento el corazón va a tope, los nervios de saberse yendo hacia lo desconocido. La adrenalina fluye tope, y la cabeza me va a cien mil por hora con muchos pensamientos simultáneos: estoy pirado, espero que sea un tío legal, estará bueno? Algún día acabará pasando algo, tendrá buena polla? Debería darme la vuelta y volver a casa? La incertidumbre intenta derrotar a las agallas, la parte racional intenta sofocar al morbo…

Me pregunto si uno no acaba haciéndose adicto a esta sensación, a esta potente estimulación mental. Espero que no, espero no acabar convirtiéndome un adicto a este juego de riesgo extremo. Por lo contrario deseo ser un gourmet, un yonqui del sexo de calidad, de amantes que juegan en primera división. Soy alguien capaz de tomar riesgos por hallar aquello que es especial y que otros no llegan a gozar por tener una mente estrecha y un alma cobarde

Bonito discurso me acabo de hacer, pero la realidad es que sigo nervioso, estoy histérico.

Hemos acordado vernos en la calle. Me descojono al recordarlo, ayer el amo me dijo que no está loco, que prefiere quedar en la calle y que si todo le parece bien ya me subirá a su casa. Argumentó que no quiere meter a un desconocido en su casa, así sin más. Que cachondo el tío! Joder, me prestan a un tipo que en su propio nick refleja una promesa, sé que voy a que me ate y use un tío al que nunca he visto antes. Quien es el loco?!

Aparco en un supermercado, cojo el teléfono y en ese momento descubro que estoy decidido, No me voy a echar atrás. Mis dedos escriben un mensaje por wapp avisando al amo que ya he llegado. En realidad ese mensaje es como una firma de un contrato, una confirmación de que no hay marcha atrás, acabo de entregarme a él.

Camino nervioso, sin rumbo, con la mochila a la espalda. He traído todo lo que me ha pedido. Voy de un lado a otro por que no sé hacia donde me debo dirigir. No tengo más órdenes que aparcar aquí. Quizá me está observando desde alguna ventana, decidiendo si le gusto o si le apetece. Esos minutos se me hacen eternos, nervioso, sin saber que hacer, hasta que me llega un whatsapp procedente de ATADORAZOTADOR:

  • ”Cruza la calle, alejandote del supermercado y espérame. En un minuto estoy allí.”

Si alguien me ha examinado desde la distancia, debo haber pasado el examen. Me miro por un instante, voy super cutre, nadie diria q voy a una sesión BDSM, con esta camisa playera y unos tejanos.

Sigo sus órdenes. Veo una mujer empujando un cochecito, un par de jubilados charlando distendidamente en un banco y busco una sombra para esperar un poco más oculto del sol y de las miradas.

No muy lejos veo a un tipo salir, camiseta de manga corta y pantalón corto, unas zapatillas… podría ser él. No estoy seguro, pero en cambio él me está mirando. Debe haberme reconocido por la foto que le mandé. Así que decido acercarme.

No recuerdo el saludo, sólo que fue algo cordial, nos dimos la mano y no intercambiamos más de dos frases cuando ya le estaba siguiendo camino de la puerta del edificio de donde había salido unos segundos antes.

Saludamos a un vecino, subimos a un ascensor, algo de charla casual sobre el tiempo y poco más. Mis neuronas aún están concentradas en dominar los nervios, no puedo discurrir sobre la teoría de la relatividad. Apenas me da para fijarme en su silueta, en sus piernas, el pecho… como oso es muy buen ejemplar, algo bajito, pero muy bien formado. Sin duda, por primera vez, me han prestado a alguien que me gusta, que me pone, que me excita.

Mete las llaves en la puerta, gira la maneta y se para. Gira su rostro hacia mí, me mira y dice:

  • ”No te he preguntado, quieres seguir adelante?”

Entiendo perfectamente bien lo que quiere saber. Quiere saber si estoy listo para seguir adelante con los límites pactados y si lo estoy para hacerlo con él ahora que veo cómo es físicamente. Y lo estoy. De su frase también deduzco que le gusto lo suficiente para seguir adelante, o que está tan salido que aunque no le guste está dispuesto a jugar. Eso uno nunca lo sabe cuando es un puto sumiso que no tiene derecho a escuchar un “me gustas”, tan solo un “chupa puta” o un “ábrete de piernas”.

Unos segundos después, escucho como se cierra la puerta de su casa tras de mí, el juego entra en una nueva fase.

Me pasea por su casa, quiere hacerme sentir cómodo, que esté tranquilo y excitarme con lo que voy viendo. Lo primero una mesa de cocina, con una toalla encima, tres dildos de menor a mayor y unas cuerdas. Lo segundo, una especie de pequeño dormitorio donde hay una toalla en el suelo, unas muñequeras y un collar. Lo tercero, un dormitorio grande y luminoso con más cuerdas, un fustigador de tiras de cuero y una cámara de vídeo subida a un trípode alto.

El tipo me lo enseña todo con una tranquilidad absoluta, su voz es agradable, de tono pausado. Casi es como si un enfermero te estuviera enseñando las salas de un hospital. Usa un tono aséptico, sin pizca de nerviosismo o precipitación. Su voz me calma, su actitud relajada me transmite confianza. Creo que me enseña todo para que conozca el terreno, para que me familiarice, me calme… y me excite viendo todos los juguetes que ha planificado usar conmigo.

Una vez acabado el tour, me pregunta:

  • “Has traído lo que te he pedido?”

Afirmo con la cabeza, me quito la mochila y la dejo en una silla siguiendo su indicación. Le enseño la toalla, los condones y la capucha de rostro completo.

Le pido permiso para ir al baño:

  • "Te importa si voy al baño un segundo? Ya te he comentado por wapp que me he limpiado bien esta mañana antes de salir de casa, pero quiero lavarme por encima, rápido, para estar seguro que estoy completamente limpio".

En realidad, también quiero mear, los nervios del momento me sueltan la vejiga, y me vendría bien descargar.

Con su permiso otorgado, me voy hacia el baño que me ha mostrado unos segundos antes. Enciendo la luz, me acerco a la pica y me dispongo a limpiarme cuando me doy cuenta que el amo me ha seguido, está apoyado en el marco de la puerta observándome.

Me giro extrañado, y me pregunta con un tono morboso:

  • “Qué vas a limpiarte?”

Un poco nervioso, insisto de nuevo, en que quiero usar un poco de jabón para limpiarme por encima para estar seguro de estar completamente limpio para servirle.

  • “De acuerdo, procede.”

Por un segundo me quedo petrificado, no me esperaba esto, quiere verme. Quiere ver como me lavo la polla y el culo delante de él. Le miro, y aprecio claramente que la idea le pone. No tiene sentido resistirse, coño he venido para que me use, no me voy a poner estrecho ahora. Pero mientras procedo a lavarme la polla me doy cuenta que es la primera vez que alguien me observa mientras me limpio los bajos.

Voy a secarme la polla cuando me doy cuenta que no he cogido mi toalla, y entiendo que si me ha pedido que la traiga será porque no quiere que ensucie nada suyo.

  • “Mierda, debía haber cogido la toalla.” Suelto avergonzado por la exhibición y por el descuido.

Él amablemente se da la vuelta y va a buscarla a mi mochila. En ese momento pienso que es mi oportunidad, puedo lavarme el culo sin que me vea. Si soy rápido, ni se va a enterar. Pero por otro lado, me doy cuenta que es empezar incumpliendo su primera orden, y que, he venido a entregarme, quiero seguir su guión, experimentar su juego, ver hasta donde me lleva.

Así que le espero, no sigo hasta que vuelve. Se ubica en la misma posición y me observa de nuevo. Esta vez, de frente a él, rostro con rostro, me lavo el culo con un poco de jabón, insisto en el ojete para que esté bien limpio. La vergüenza aún me domina, pero consigo cruzar la mirada con el amo por un segundo. Me siento una mercancía, como un esclavo romano observado por su dueño, me siento avergonzado, menos que una persona, menos que un pasivo, apenas un objeto sexual sin derecho a nada, ni a su intimidad.

Bien secado, me guía hacia la sala con la toalla en el suelo.

  • “Arrodíllate en la toalla”

Obedezco, claro.

  • “Aquí es donde voy a hacer tu preparación inicial y te voy a inspeccionar”.

Sigue contándome todo lo que va a hacer, pausado, relajado, muy profesional. Me enseña incluso los objetos antes de utilizarlo.

  • “Empezaremos por este collar” me dice mientras me lo coloca. Es el primer roce que tengo de su cuerpo con el mío.

  • “Está bien así? No te aprieta demasiado?”

Le digo que está todo bien. Él continúa, me pide que levante una mano y me coloca una muñequera de cuero que incorpora una anilla metálica. Imagino que para juegos que pronto descubriré. Luego la otra mano.

Mientras el procede, yo estoy echando un vistazo a la habitación. Me tranquiliza, ver que bueno, no es más que una casa normal, como la de cualquier otro. Un libro de bonsais, lectura variada, y algunos videos VHS. Coño, a alguien le gusta CUBE en esta casa, una peli que si conocéis va de tíos encerrados en unas pequeñas salas llenas de trampas macabras y muy gore, con tíos despedazados en cachitos del tamaño de un cubito de avecrem! Me inquieta dejarme atar por un tío al que le gusta tanto una peli así que la tiene grabada en su colección particular.

  • “Inclínate hacia delante”.

Procedo a ello, pero no lo suficiente, pues escucho:

  • “Más, pon la cabeza tocando al suelo”. Me dice mientras me ayuda a conseguir la posición que desea. Me coloca las manos a la espalda, muy juntas, casi como si quisiera unir las muñequeras para dejarme las manos atadas a mi espalda.

Así ya no veo lo que ocurre, le oigo moverse, oigo ruidos.

  • “Bien, vamos a ver si estás limpio”.

Noto como hurgan en mi culo, creo entrever un guante blanco. Estoy pasando la prueba del algodón. Insiste un poco, entra y sale, y yo empiezo a gemir. Juega con mi próstata, sigue sacando gemidos de mi boca. A la vez que me acaricia los huevos y la polla.

  • “Suficiente limpio”. Diagnostica.

Me siento un poco mal, su escueta frase indica que no debo estar 100% limpio. Me jode, me gusta cumplir.

ATADORAZOTADOR en la charla de wapp de antes de la sesión me ha dicho que tiene tres dildos: pequeño, mediano y grande. Quiere ver hasta donde llego. Me toca ya el pequeño, y joder entra muy fácil, parece algún tipo de plug pequeñito. Vuelvo a gemir, me da placer.

  • “Levántate”

Así lo hago y él se pone a jugar con una cuerda alrededor de mi cintura. Desde mi perspectiva no consigo ver bien qué está haciendo, pero la cuerda acaba dando la vuelta por mi cintura, mi rabo y mis huevos a modo de cock ring y pasa por la raja de mi culo.

  • “Necesitamos esto para que se sujete el dildo”. Me dice justo antes de pedirme que le siga.

Nos dirigimos hacia el dormitorio grande, antes ya lo he visto. Aunque ahora, con el collar, las muñequeras, las cuerdas y un dildo dentro de mí, me parece más impresionante. Hay cuerdas encima de la cama, la cámara de video en su trípode apuntando a la cama, y unos cables que conectan la cámara a una televisión.

Me deja delante de un espejo de forma rectangular, muy alargado, como de unos 40cmx150cm. Me veo y me excito al instante! Me flipa la habilidad de ATADORAZOTADOR, con las cuerdas me ha hecho una especie de slip estilo japonés de esos que son como una tira de tela en la cintura y otra en la raja del culo. Si conocéis el Shibari sabréis a qué me refiero, si no os suena, buscar en Google ahora mismo, porque es un arte japonés con cuerdas muy muy muy morboso.

Trae una silla, me pide que me siente. Me abre las piernas, y acerca mi pie izquierda a las patas. Coge una cuerda y empieza a atarme. Cuando ha acabado, repite el proceso con el otro pide.

Se pone detrás de mí, y se asegura que puedo verme en el espejo de delante. Se da cuenta que está ladeado y algo alto. Así que lo descuelga de la pared y lo ubica ahora sí, el espejo está bien en frente de mí, así puedo verme perfectamente.

Me observo, sentado, desnudo, con el collar, el slip de cuerdas, las piernas abiertas, atados los pies a la silla, y ahora veo como el amo coge mi mano y la lleva hacia detrás de la silla. La está atando. Estoy duro, muy duro. Miro hacia abajo, mi polla está a reventar, la situación me está poniendo muy cachondo. Me fijo ahora como la cuerda da vueltas sobre mi polla, formando una especie de cock ring, mi polla empieza a estar violeta, estoy muy caliente, ya atado con las dos manos a la espalda, mis 18cm de polla están a reventar!! Mientras sigo ensimismado, ATADORAZOTADOR desaparece mientras me dice socarrón:

  • “Te dejo un rato que disfrutes mirandote”.

No puedo apartar la mirada del espejo, me recuerda a un comic de Tagame, las cuerdas atadas con habilidad japonesa, cada segundo que miro más se incrementa mi calentón. Que difícil es negarse a uno mismo que es una perra cuando te ves así, claro, sin dudas, atado, con algo en el culo, la polla tiesa a disposición de un amo.

Regresa, se ha puesto cómodo. Se ha quitado todo excepto un suspensorio. Me gusta mirarle, buenas patas, buen pecho, vello, incluso buen culete. No lo había previsto, pero empieza a resultar una tortura no poder tocarle, no poder besarle. Estoy atado, pero aún sin estarlo no podría tocarle. Lo hemos negociado antes por wapp: no tengo permiso para tocarle.

Se coloca tras de mí, pone sus manos sobre mis pectorales, me acaricia despacio, a través del espejo lo veo muy bien. Me excita la forma en que me toca, como disfrutando despacito de un nuevo juguete, deleitándose casi relamiéndose.

Se humedece la mano con un lubricante y empieza a masajearme la polla y los huevos, saca gemidos de mi boca, controla el ritmo, baja y sube mi excitación a su antojo, controla que no me corra.

Sigue así un rato, me lleva cerca del clímax. Estoy muy salido, pocas veces he tenido la polla así de dura, este tío, esta situación me está calentando muchísimo.

Ahora coge algo de lo que no me había percatado, una de esas mordazas con bola para la boca. Joder, con eso metido, ya estaré completamente indefenso.

  • “Lo has probado antes?”.

Muevo negativamente la cabeza. Mover la cabeza es más fácil que hablar, requiere menos valentía.

  • “Te da miedo, pero quieres que siga adelante?”

Vuelvo a mover afirmativamente la cabeza. Así que se va tras de mí, con cuidado y con esa lentitud y precisión que le caracteriza, me coloca la bola mientras me explica que está agujereada para que se pueda respirar sin problemas.

Y vuelve a desaparecer. Sale de la habitación por unos breves segundos, y viene con un nuevo juguete. Se me cambia la cara, me acojono. Trae una varilla metálica, sé para qué sirve, le veo desinfectarla con alcohol con tanta parsimonia que se me hace eterno. Tengo miedo, nunca me han sondado, nunca. Este tipo me va a desvirgar el rabo.

Se acerca, me asusto, me miro en el espejo, mi rabo sigue igual de duro o más, me debe excitar lo que pasa.

El amo sabe que es mi primera sesión con él, quiere ser cuidadoso, por lo que me pregunta:

  • “Esto está dentro de los límites que negociamos, estás de acuerdo?”

Tardo un par de segundos, pero finalmente muevo mi cabeza afirmativamente.

Se acerca a mí, coge con su mano mi polla y ahora que le tengo cerca en frente me doy cuenta que ha cambiado la cara de ATADORAZOTADOR. Ahora ya no hay esa paz aséptica, esa relajación. Tiene los ojos más abiertos, de un azul claro que me flipa, ni parpadea, su mirada está dirigida a mi polla y a esa sonda, la boca medio abierta… es puro calentón, puro morbo, está claro que le está poniendo cachondo el momento, todo su rostro lo expresa con claridad.

Y ahí va, noto el contacto frío del metal en mi glande, ahora percibo que la sonda está chorreando lubricante en grandes cantidades. La empuja un poco y yo grito, creo que no me ha dolido, no estoy seguro, pero la impresión de ver como ha entrado apenas unos centímetros me acojona. La saca, lubrica más, y vuelve a la carga, juega con mi glande, la sonda va y viene, repartiendo lubricante, entrando unos milímetros y volviendo a salir. Creo que se está regodeando, está disfrutándolo, incluso veo su lengua asomar por la boca entreabierta. No dejo de mirar mi rabo, está durísimo, morado.

Vuelve a sacar la sonda, me la acerca a la cara, me la muestra bien y me dice:

  • “Creo que estoy metiendo el lado correcto, el fino, no?”

Que cabrón, se sonríe, se está descojonando de mi. Al tener la vara frente a mi cara percibo que tienes dos lados de diferente grosor. Uno claramente más ancho que el que ha estado usando hasta ahora. Estoy seguro que mis ojos se abren mucho, y le veo regocijarse de mi cara de miedo.

Pero es una fanfarronada, gracias a dios! Vuelve a la carga con la parte más fina, y esta vez empieza a desplazarse hacia adentro, centímetro a centímetro, sin pausa, me sorprende lo bien que entra, esperaba mucho más dolor… lo peor es la impresión, joder, siguen entrando cm, no entiendo, juraría que esa varilla de metal ha entrado ya tanto que ha superado los 18cm de mi polla, a donde coño debe ir el resto que está entrando? Está hurgando en mi interior? Buff.. que sensación más rara, me siento invadido de una forma muy íntima. Ya sé, me acaban de meter un dildo en el culo, pero esto es diferente, será porque es la primera vez, por el miedo, el impacto emocional, pero me siento muy invadido, violado, ensartado.

Ahora se aleja, me observo de nuevo en el espejo. Al collar, las cuerdas, esposas y la bola en mi boca, se le une una varilla atravesando mi polla. Es uno de los momentos más intensos mentalmente que he vivido en el sexo. No es que me imagine que pinta debo tener, es que además de vivirlo lo veo en el gran espejo. Como si fuera otro observándome a mi mismo, pero con mi rostro, mi cuerpo y sintiéndolo todo. Buff….qué sensación más potente. Completamente indefenso, entregado y con todos mis agujeros incluido el del rabo, ensartados con algo.

El amo coge mi móvil e inmortaliza el momento con la cámara. Después de varias fotos, me coloca una máscara de rostro completo y repite las fotos.

Se acerca de nuevo a mi, me agarra el rabo, y muy despacio empieza a sacar la sonda. Y de repente, una explosión de sangre. Joderrrr! Joder! Joder!

La sonda sale manchada de sangre! La punta de mi glande se llena de sangre, le noto alterado, dice que tenemos que parar. Soy un poco aprensivo con la sangre, y más en la polla, pierdo la concentración, apenas escuchas palabras sueltas de las frases que el amo está pronunciando, aprecio términos como: daño interno, esperemos que sea externo, hospital… buff, me mareo. Que mierda de tío estoy hecho, pero es la verdad, me mareo.

Me desata, me limpia el rabo con desinfectante y me sugiere que intente mear. Tardo varios minutos, algunas sentadas, algo de comida e incluso un vaso de agua en conseguir mear. Al final, sale el meado con algo de sangre, pero no me escuece mucho. Puede que no sea tan grave como parecía, pero llevo el susto en el cuerpo.

Volvemos a la habitación y me tumbo en la cama. Intento no pensar en si esto me va a joder durante días, si tendré que acabar en urgencias explicando qué coño estaba haciendo, bla bla bla…

5, 10, 15 min después, ni idea de cuánto tiempo pasa, mi polla está requete-encogida, casi metida para dentro. Mis huevos han desaparecido también. Él se acerca y los masajea, se cachondea un poco del susto que me he llevado y me suelta algo que no espero:

  • “Vamos a continuar, te voy a atar a la cama”.

Estoy seguro que nota mi cara sorprendida, mis dudas. No lo tengo nada claro, el cuerpo me pide que nadie toque mi rabo en meses, hasta estar seguro que estoy bien. Mi líbido ahora mismo está desaparecida, muy lejos de esta cama.

No sé qué coño pasa por mi cabeza, os juro que no lo sé, un millón de cosas se mezclan: miedo, excitación, el recuerdo de las fotos q he visto de otros esclavos en esta misma cama, el pensar que este tío ha sido muy cuidadoso, esto es un accidente, estoy en buenas manos, quiero irme a casa, juega con la polla de quien coño quieras pero la mía ni la toques, no me he corrido, me queda tiempo aún.. Arrrrghhhhhh… no soy capaz de decidir, o sí, sí lo debo ser. Porque le suelto:

  • “Ok, sígamos, pero si noto algo de dolor o vemos sangre paramos”. Mientras mi boca pronuncia esto, por dentro lo que me digo a mi mismo es: “Estás como una puta cabra!”.

PRESTADO A NICK “ATADORAZOTADOR”: SANGRE Y PLACER (I)

Xtudr, el chat esencial para los fetichistas gays, te conecta con miles de chicos en tu área que comparten tus gustos. Disfruta de la comunicación instantánea enviando y recibiendo mensajes.

Explora una forma rápida, sencilla y divertida de conocer gente nueva en la red de encuentros para chicos líder como obedezco_BEAR4040.

Con Xtudr, puedes:

- Crear un perfil con fotos y preferencias.

- Ver perfiles y fotos de otros usuarios.

- Enviar y recibir mensajes sin restricciones.

- Utilizar filtros de búsqueda para encontrar tu pareja perfecta.

- Enviar y recibir Taps a tus favoritos.

Regístrate en la aplicación fetichista y BDSM más popular y comienza tu aventura hoy mismo.

https://www.xtudr.com/es/relatos/ver_relatos_basic/31746