Contenido 18+

18+ significa contenido Adulto. La vista del contenido en esta comunidad podría no ser adecuada en algunas situaciones.

Las publicaciones de esta página pueden contener imágenes, referencias o historias explícitas.

Carta de un esclavo.

Escrito por: Oso1981

                                                                 Barcelona, Agosto 2014

Ruego me perdone el atrevimiento de dirigirme a usted sin su permiso. Espero que esta carta no le moleste, sabe que nunca es mi intención importunarle.

El motivo usted ya lo sabe. No soporto la idea de seguir adelante sin usted, que me haya abandonado, que se haya ido de este modo. Sé que no tengo derecho a opinar, pero no lo entiendo. No concibo seguir despertándome cada mañana si no es para dedicar mi día a usted, a su divertimento, a su designio.

Aún me parece poder oler sus axilas, ese olor acre, que me producía erecciones instantáneas, aunque usted me lo tuviese prohibido. Incluso echo de menos el olor de sus flatulencias, su gas, que usted, en todo su derecho, echaba en mi cara. Su autoritaria voz diciendo ¨Te gustan mis pedos ¿verdad, puta'¨ Claro que me gustaban. No sabe usted hasta que punto. Ese gas fétido que se transformaba en oxigeno puro, en necesidad, solo por venir de usted. Incluso extraño todas aquellas veces que fui su w.c. humano. No era ningún castigo comerme su mierda, era todo un regalo ¿qué más podía pedir yo que algo que salía de sus entrañas pasase directamente a las mías? Era para mi una comunión extrema, pero necesaria y útil.

Si cierro los ojos y me concentro, aún escucho su voz susurrándome al oido, muy cerca, que me iba a destrozar el culo porque yo habia sido una putita muy mala. Lo recuerdo y me estremezco. Quizá para usted solo fuese un juego, quizá yo era uno más al que le decía ese tipo de cosas, que rozaban lo pueril y lo chabacano. Para mi era lo que me daba animos para seguir con el día a día, su aliento en mi oido diciendome que me iba a ¨preñar¨. No importaba lo que hiciese, porque yo siempre había sido ¨una putita muy mala¨ y nunca me quedaba sin mi ración de sexo anal. Lloraba todas las noches por no poder quedarme ¨preñado¨ de usted . Todo ese esperma desperdiciado en mi intestino, que a usted tanto le gustaba lamer cuando iba saliendo por mi ano, mi ¨coñito¨ como usted lo llamaba. Yo esperaba impaciente ese momento porque sabía que después de lamerlo de mi esfinter devastado, se acercaría a mi cara y me lo escupiria en la boca. Y nuestras bocas casi se tocarían y le tendría muy cerca, oliendo a su propio semen y a su aftershave.

Nunca se lo mostré, pero, para mi, todos esos momentos le daban sentido a mi existencia. Para usted yo solo era su juguete, o uno de sus juguetes, pero usted para mi era la única persona existente. Cuando me penetraba y su pene salía manchado con mis heces, yo me alegraba en mi interior, porque sabía que eso supondría una bofetada por su parte, una de las fuertes, de las que me hacian sangrar la nariz, e incluso las encías, pero me lo tomaba como una caricia, su forma de demostrarme su interés por mi, si es que alguna vez le interesé. Si su pene estaba sucio de mis heces, el siguiente paso era obligarme a lamerlo, lamer mi propia mierda. Usted sabía que eso me producía arcadas, se le iluminaba la mirada de vicio y placer, como un niño delante de una pastel. Me hincaba aun más fuerte su pene en mi garganta para provocarme el vómito aún más rápido, temía ahogarme, pero aguantaba, porque sabía que a usted le gustaba sentir mi vómito resbalándole por los testículos e incluso llegando a su ano. ¨Tengo tu puta pota hasta en el ojete¨ me dio una vez riéndose a carcajadas. Esas carcajadas que me hacian temblar de pavor, pero me excitaban, hacian que mi esfinter se dilatase como una rosa y mi inservible pene se endureciera como pocas veces.

Me acuerdo y quiero llorar, aunque lo tenga prohibido. Le echo de menos. Echo de menos sus insultos poco elaborados, su tosquedad, cuando me llamaba ¨puta, cerda, comepollas¨ Yo era todo aquello y más, todo lo que usted desease, por que yo era algo gracias a usted. Yo era por y para usted.

Pero ya no.

Ya no soy nada.

NADA.

NADA.

Nada, porque usted ya no está aquí, conmigo.

Ni con nadie.

Y yo no sé obedecer a otro.

No entiendo porque se fue, pero quiero ir con usted.

Su esclavo siempre.

Carta de un esclavo.

Xtudr, el chat esencial para los fetichistas gays, te conecta con miles de chicos en tu área que comparten tus gustos. Disfruta de la comunicación instantánea enviando y recibiendo mensajes.

Explora una forma rápida, sencilla y divertida de conocer gente nueva en la red de encuentros para chicos líder como Oso1981.

Con Xtudr, puedes:

- Crear un perfil con fotos y preferencias.

- Ver perfiles y fotos de otros usuarios.

- Enviar y recibir mensajes sin restricciones.

- Utilizar filtros de búsqueda para encontrar tu pareja perfecta.

- Enviar y recibir Taps a tus favoritos.

Regístrate en la aplicación fetichista y BDSM más popular y comienza tu aventura hoy mismo.

https://www.xtudr.com/es/relatos/ver_relatos_basic/28486