Entrega a ciegas III

Escrito por: control-cum

Ya dentro de la casa, Juan me fue conduciendo, siempre yo a cuatro patas, aunque ahora era evidente la interrelación que llevarían a cabo él y su amigo Javier, es así que mientras el uno me ayudaba a acomodarme en la bañera, el otro se encargaba de retirarme la colita de perro para reemplazarla por algo muy delgado y calculé, de no más de unos 6 ó 7 cms. De pronto empecé a sentir que se me hinchaba el abdomen a fuerza de recibir líquido en mi recto, de manera constante. Ambos hombres dieron una risotada:

"Tranquila puta, te estoy enemando, quiero ese orto bien limpio y vacío, ok?, y aguantá, yo sé cuándo cerrar el grifo!"

Hijos de puta, empecé a retorcerme sobre la bañera, era insoportable ya, unas manos presionaban la boca de mi estómago cómo para cerciorarse de la cantidad de líquido que había entrado por mis intestinos.

"Basta por favor !" "Shhhh qué es eso puta, vos no podes pedir, cómo se lo permitís Juan ?" "Hmmmm no sé, no se te ocurre cómo cerrarle la boca a esta perra?"

No lo terminó de decir cuando mi boca que estaba abierta por mis jadeos fue invadida por una gruesa poronga que me llegó hasta la garganta!

"Ahhh mirá cómo se la comió de una la muy puta jajaja, cojele la boca Javi que yo le voy a sellar el orto ahora"

Y así fue, mientras Javier me cojía fuerte la boca, atragantándome con su verga, haciéndome dar arcadas sin importarle, Juan, retiró la cánula y la reemplazo por algo más grueso que supuse sería un plug de los más grandes, de modo que el agua quedó alojada por la fuerza en mi interior, haciéndome sufrir lo imposible. Después de extenuantes minutos siendo cojido por la boca, debiendo tragar las escupidas, Javier se retiró según él porque no quería acabar todavía.

Fuí sacado del baño, otra vez a cuatro patas, con el vientre lleno de agua, cruzamos lo que sería un jardín interno y entramos en lo que supuse sería un galpón.

"Sabés que de tanto ver cómo te la mamaba, me dieron ganas, pero antes vamos a poner a este pedazo de puto en buena posición..."

Antes de que pudiera darme cuenta, me habían colocado algo en los tobillos, y cuando quise acordar, estaba siendo colgado de ellos, intenté desesperado defenderme agitando los brazos pero era inútil.

"Pará Juan, ya está, no aguanto más..."

Por toda respuesta oí las risotadas de aquellos turros, y como respuesta, la verga de Juan, dura y húmeda en mi garganta mientras sentía el primer azote en mis nalgas de parte de Javier.

Perdí toda noción, solo recuerdo mis gritos pidiendo que pararan, el ardor en mis nalgas y espalda era insoportable, en un momento, Juan me penetró la garganta y fue un estallido, borbotones de agua me salieron por la boca.

"Ahhh puta, el agua del enema entró por tu sucio culo y sale ahora por tu boca viciosa, sacale el enchufe del orto Javi, ya está lista esta hija de puta!"

De un solo golpe Javier liberó mi ojete y chorros de agua salieron despedidos, con ventosidades, dándome de lleno en la espalda y cayendo por mi cabeza, creí que me iba a desmayar, y así debe haber sido, porque inmediantamente fuí bajado al suelo frío de cemento de aquel galpón y como para hacerme un favor, me dieron un baldazo de agua helada que me hizo reaccionar al toque...