EL DESAYUNO DE MI AMO

Escrito por: Gando

-Hola Perro- sonó un mensaje de whatsapp. -Buenas tardes Amo- Mañana cuando salga de la guardia iré a usarte- - Qué bien Amo!! Tengo muchas ganas. Su Perro le estará esperando…-

Mi Amo es militar, y como todos los militares tiene guardias periódicamente…

Después del mensaje yo ya estaba inquieto, deseando que llegara el día siguiente. Terminé la tarde con mas ansiedad que otra cosa, y llegó el momento de acostarme. Como ya estaba caliente pensando en ser usado, me acosté con la lencería que a mi Amo le gusta que lleve en su presencia. Me acosté con unas bragas y un sujetador color coral. Me pone muy caliente sentirme una mujer para Él. Sobre las nueve, yo aún no me había despertado. MI Amo, directamente del cuartel , vestido con su uniforme y sin duchar, vino a casa. Entró con su llave. Yo dormía y no le escuché entrar. De repente escuché ruido en la habitación, pero ya era tarde… Mi Amo estaba en mi dormitorio. De pié en la cama, vestido con su uniforme, y sin haberse quitado siquiera las botas, me dio una hostia y me ordenó que me tumbara boca abajo. Oí como se desabrochaba su pantalón, y supuse que había sacado su verga inflamada. Bajó de un manotazo mis bragas, me echo un lapo en el ojo del culo, y se tumbó sobre mí. Apoyo su capullo en mi ano, y de un fuerte empujón lo metió totalmente dentro de mí. Lo sentí en la boca del estómago, y era como si un cuchillo me hubiese rajado los intestinos. Grité de dolor. Él, con el antebrazo aún enfundado en su uniforme, me amordazó la boca para que no siguiera gritando, y continuó golpeando rítmicamente y cabalgando sobre mi culo. Apoyaba la punta de sus botas en mis tobillos, al hacer fuerza para clavarme su polla, y me dolía… Me dolía el culo, me dolía el estomago, que lo estaba sintiendo golpeado, y me dolían los tobillos de las pisadas de las botas rudas y fuertes de mi Amo Militar. Poco a poco el dolor fue tornándose en placer. Mi culo comenzó a acostumbrase y a abrirse para recibir las fuertes embestidas de la polla de mi Amo, y comencé a disfrutar de lo que estaba pasando. Seguía tumbado sobre mi espalda, taladrándome el coño. Apretaba su brazo contra mi cabeza ladeada, estrujándola sobre la almohada. Cambiaba y ponía ahora su mano sobre mi cara para aplastarme sobre el colchón, y seguía, y seguía partiéndome el coño con su polla. Yo no podía ser más dichosa. Una perra anhela despertarse así.

De repente saco su polla de mi coño, me volteo de un manotazo, y me dejó sentada apoyando la cabeza contra el cabecero de la cama. Él se puso de pie, botas puestas, sobre la cama, y con el pantalón desabrochado y la polla fuera como estaba, me la metió en la boca; empujaba su pelvis sobre mi cara. Me aplastaba la cara contra el cabecero al tiempo que clavaba su polla en el fondo de mi garganta, y pisaba mi polla con sus botas. Cogió el popper, lo aspiró, me dio a mí para que esnifara, y continuó golpeando su cuerpo contra mí. Sentí su polla crecer en mi boca. No podía respirar. La polla de mi Amo taponaba mi garganta. Me ahogaba, y al tiempo estaba sintiendo un enorme placer. Me agarraba a su cintura para tragar más y más su rabo en mi glotis. Me mareaba del popper y de la falta de aire, y sentí como las arcadas expulsaban el rabo de mi Amo de mi garganta. No podía más, y al tiempo era tan feliz… Continuó una y otra vez. Sentí arcadas varias veces. Entre una y otra me dejaba respirar y recuperarme. E inmediatamente volvía a la carga, y nuevamente a ahogarme con su polla en mi garganta: una, dos, tres, cinco, siete veces… cada vez jadeaba más; tomaba popper, le oía gemir, y notaba su capullo inflándose en mi boca, hasta que finalmente explotó dentro de mí. Derramó su semen dulce y caliente en mi boca, mientras estrujaba mi cabeza casi hasta hacerla estallar, entre sus manos fuertes y poderosas. Lo tragué todo. No quería desperdiciar ni una sola gota de su rica leche. Era un regalo para mí. Era mi desayuno. Mi sabrosa e inusitada forma de empezar el día.

Descansaba mi Amo después del esfuerzo que había realizado. Se tumbó boca abajo en la cama. Yo me arrodillé en el suelo para acariciar y masajear sus pies mientras se recuperaba. Lamí sus plantas, las membranas interdigitales, y todos y cada uno de sus dedos. Los metía en mi boca, los chupaba, uno a uno y todos a la vez. Lamí una y otra vez cada uno de sus pies, hasta dejarlos totalmente mojados…

Perro, lo haces bien, y ahora sigue y dame un masaje en la espalda- me ordenó. Cogí el aceite. Me senté a horcajadas sobre sus muslos. Comencé por su espalda, ancha y poderosa. La impregné del aceite, y acaricié cada milímetro de su piel. Lo masajéo suave primero, y mas profundo después; recorro cada músculo con la palma de mis manos. Dibujo con mis dedos untados de aceite el tatuaje de su espalda. Subo y bajo por su columna. Aprieto y hundo mis pulgares en cada una de sus vértebras. Aprieto sobre sus músculos dorsales, rígidos y duros del esfuerzo que mi Amo hace cada día en su trabajo. Froto sus trapecios, también rígidos. Y acaricio su nuca ancha, fuerte y poderosa… Acaricio sus hombros, masajéo sus brazos, uno de ellos completamente tatuado, con sus biceps poderosos, continuo por su antebrazo, por sus muñecas y por sus manos.

A continuación paso a sus glúteos; los estrujo entre mis manos. Al tiempo que los acaricio, acerco mi cara y puedo percibir el olor de su culo… rozo mis dedos por su ojete; es suave y está caliente… Lo unto en aceite, y continúo acariciándolo.

Bajo a cada una de sus piernas. Sus muslos son enormes, fuertes y vigorosos, de músculos largos y duros. Me entretengo ahí todo lo que puedo. Me impresiona como mi mano parece muy pequeña sobre su pierna hercúlea. Sigo por sus pantorrillas también fuertes y musculosas; sus gemelos parecieran hinchados. Una de ellas tatuada. Me agarro con fuerza y los froto para relajarlos. Y cuando termino vuelvo a acariciar suavemente todo su cuerpo. Mi Amo suspira: ha disfrutado de su masaje.

• Perro, tráeme una cerveza y ve preparando el almuerzo, me voy a quedar a comer, y después te daré tu postre-

Mi Amo es exquisito. Le gusta disfrutar de los placeres y de las cosas buenas de la Vida. Le gusta comer en casa. Se me da bien cocinar, y mi Amo sabe que me esfuerzo para prepararle lo mejor.

Rápidamente me pongo a ello. Mientras, mi Amo espera relajado, viendo tranquilo la televisión, y se toma una cerveza, con un plato del mejor jamón que el Perro pueda conseguir. ¡Cómo me gusta hacer cosas para Él!

Cociné un rico arroz de pescado y marisco, y lo acompañé de un buen vino blanco. Mi Amo elogió la comida; ciertamente le había gustado. Después de tomar el postre cogió mi copa, en la que quedaba aún un resto de vino. Se levantó, bajo sus pantalones, sacó su polla y comenzó a mear dentro. -Toma perro; has cocinado bien. Te has ganado este coctel- Lo cogí y comencé a tomarlo. Estaba delicioso; la fragancia del vino, mezclado con el sabor de la meada de mi Amo era una delicia. Apuré la copa, y no deje ni una sola gota. Agradecí a mi Amo el premio que me daba. Sonrió… sabe lo que me gusta beber su meada.

Terminó de quitarse los pantalones y se sentó en el sofá. -Ven Perro, ven a darle placer de nuevo a tu Amo- Me arrodillé y avancé hasta Él a cuatro patas. Le puse su cockring; la polla se le hinchó; el capullo parecía que iba a estallar, y me ordenó lamérsela. Estoy deseando hacerlo desde que me dio a beber su meada. Pasé la lengua por su capullo, lo ensalivé, lamí el tronco de su nabo, sus pelotas, y las metí en mi boca.Vuelvo a lamer su capullo, y de un manotazo en mi cabeza mete su polla entera en mi boca. Me agarra y comienza a moverse rítmicamente para follarme la boca. No para; Me la clava en la garganta una y otra vez, casi hasta ahogarme. No puedo respirar y se me saltan las lagrimas. Sin embargo pocas cosas hay que me gusten más. Para un momento y coge el bote de popper, aspira y me lo da. No me dice nada; ya sé lo que quiere, y lo que tengo que hacer. Comienzo a lamer su poya, despacio, pasando mi lengua por su capullo; envolviendo su rabo con mis labios; paso la lengua por su frenillo, empiezo a sentir los efectos de la droga; siento su pene muy muy grande dentro de mi boca, lamo, succiono, chupo. Todo mi ser concentra la atención en mi boca; solo siento su polla dentro de mí. La siento crecer dentro de mi boca casi hasta estallar. Me preparo, y clavo su polla en mi garganta. Una y otra vez dentro de mi garganta. Quiero tragarla, entera. No puedo respirar; me falta el aire; salivo sin parar, pero sigo chupando mientras la sangre bombea mi cabeza. Chupo y chupo sin parar; Siento su polla deslizarse dentro de mi garganta; la trago una y otra vez, sin descanso.

Poco a poco va pasando el efecto del popper, pero yo sigo chupando su polla; me encanta hacerlo. Enciende un cigarro, y va fumando, tranquilo, relajado, mientras su Perro, en su sitio, de rodillas delante del Amo, continúa dándole placer. El quiere que chupe sin parar, y eso es lo que hago. El es mi Amo, y yo cumplo sus deseos.

Se pone de pie; yo continúo en el suelo, de rodillas ahora. Agarra mi cabeza; y apunta su capullo contra mi boca. Me ordena que no me mueva, y clava su polla dentro. Mantiene mi cabeza firme, y su pelvis se balancea adelante y atrás, para que su capullo se deslice desde mis labios hasta mi garganta, y regrese; y así una y otra vez… Toma popper de nuevo, y me lo da. Cuando he esnifado continúa clavando la polla en mi boca, y cuando se hincha al máximo la clava en mi garganta con un fuerte golpe. Agarra mi nuca, y me impide que retroceda. No puedo respirar, y Él sigue clavándome la polla. Golpea, golpea, y golpea una vez más. Yo estoy casi llorando; y Él sigue golpeando. Cada vez se mueve más y más rápido, jadea, gime, empuja. Sigue agarrando mi nuca, y con la otra mano ostia mi cara. Comienzo a notar un sabor dulce, y de repente, gimiendo y moviéndose cada vez más fuerte estalla su polla y se derrama toda su leche en mi garganta. Va parando, poco a poco, jadeando, y soltándome la cabeza despacio. Continuo con su polla en mi boca, lamiéndola, para limpiarla bien. Y por fin sale. Mi Amo me da unos golpes agradecido en la cabeza. -Muy bien Perro. Eres el mejor.- Aún de rodillas, sonrío, y me siento enormemente feliz…

Mi Amo me ha dado a beber su meada; me ha destrozado el culo, y me ha regalado su leche. No puedo pedir más. Él ha disfrutado; yo le he hecho disfrutar; y eso es lo único y lo más importante para mí. Mi Amo está satisfecho con su Perro; dice que soy el mejor Perro del mundo, y sé que dentro de unos días volverá…