Contenido 18+

18+ significa contenido Adulto. La vista del contenido en esta comunidad podría no ser adecuada en algunas situaciones.

Las publicaciones de esta página pueden contener imágenes, referencias o historias explícitas.

Diario de Vida de Ñakislav (Parte XXXVII)

Escrito por: MasterJuan

Parte XXXVII 
 Los días son duros y extenuantes. Comienzan muy temprano y suelen durar hasta tarde. No hay descanso ni misericordia. El Amo Duncan no acepta fallas ni retrasos. Sus negocios deben ser atendidos con rigurosidad. Atiendo sus nuevas inversiones, que exigen atender muchos aspectos, desde contratos legales, inversiones, revisiones documentales, entrevistas con corredores bursátiles, transferencias de recursos y control de variados indicadores. Ello ya me exige estar atento y concentrado.

Pero eso no es suficiente, debo ser el animal de placer para Phillipe, pues el Amo ya no me considera para nada. No me habla ni se preocupa por mí. Soy casi el esclavo de Phillipe.

Se ha convertido en un muchacho caprichoso, abusivo, desconsiderado. Suele molestarme y maltratarme sin ninguna causa.

Estaba hace pocos días en el estudio, revisando las nuevas inversiones del Amo, cuando sin aviso sentí que se acercaba por detrás y arteramente golpeó mi rostro con una bofetada, tan fuerte, que me hizo caer de la silla, el suelo puso su pie sobre mi cabeza mientras reía sarcásticamente.

Mi única preocupación era perder el trabajo que estaba haciendo en línea y así sucedió. Implicó perder no sólo el trabajo, sino que también una cantidad importante de dinero. Tuve que informarle al Amo esa misma tarde cuando llegó el Amo. Lo hice lo más sinceramente que pude, sin tratar de exagerar los hechos. El Amo se molestó mucho.

Me llevó a la mazmorra del subterráneo, me ató los pies a cadenas y me izó hasta dejarme suspendido boca abajo, con las piernas separadas. Estuve mucho rato así, hasta que apareció el Amo con Phillipe tras él.

  • Perdí mucho dinero esta mañana - le dice a Phillipe - y este esclavo dice que tu tienes responsabilidad en ello. Dime lo que sucedió.

  • Yo no tengo ninguna responsabilidad - dice Phillipe - Fue su culpa, el se cayó y desconectó el terminal.

  • Está bien - dice el Amo - si es así, este perro merece un castigo que tú decidirás.
  • Decide - continúa el Amo - entre torturarle las bolas o castigarle las tetillas. Le castigaré las bolas Amo - le dice Phillipe.

Y Phillipe agregó dos anillas de cuero a mis bolas que quedaron más tensas y cogiendo un mazo de madera, manteniéndolas tomadas, comenzó a golpearlas con el instrumento, tan fuertes que me quejé casi al cuarto golpe. Nada podía hacer salvo aguantar y soportar. Era muy fuerte y brutal. Me sentía lo peor. El Amo no me creía y me culpaba de todo. El castigo y el dolor físico no eran nada en relación a lo otro. Honestamente no recuerdo mucho más, salvo que me quede inconsciente colgado allí, como un trozo de carne.

Al día siguiente fue el propio Amo Duncan quien me liberó. Las bolas me dolían mucho, demasiado, estaban casi amoratadas e inflamadas.

Me entregue a el Amo y lo seguí. me puse de rodillas y esperé sus instrucciones.

No dijo nada. Me duché y me fui a atender sus negocios, como siempre, solo vestido con mi speedo negro y mi collar de cuero. Llevé frutas y leche y comencé a trabajar. Cuando Phillipe llegó después del almuerzo fue donde yo estaba y me dijo:

  • Me acusaste perro, pero nadie te cree. Esto te va a costar caro, te haré la vida imposible de ahora en adelante.

Dijo eso y me ordenó ponerme de pie y me lanzó una fuerte patada a mis genitales, que me hizo caer de rodillas.

Yo pude haberle respondido o no hacerle caso, pero sé que me indispondría aún más con el Amo Duncan. No me queda más que ser un juguete de este adolescente abusivo.

Me puso pinzas en las tetillas y fue agregando pesos a ellas que fue agregando cada cierto rato, sólo para hacerme palpable su control sobre mi.

Su abuso molesto y desproporcionado no cesó. ¿Qué autoridad tenía sobre mí? Ninguna, pero me resultaba imposible contradecirlo o desobedecerlo. El Amo nada había dispuesto en un sentido distinto, pero Phillipe se esforzaba es asentar control sobre mi. Entre ambos hay casi 10 años de diferencia de edad, pero yo parezco un niño al lado de un adulto controlador. Me avergüenzo de mí mismo.

Al llegar la noche, con el regreso del Amo Duncan, los hechos tuvieron un giro dramático.

Yo me retiré a mi lugar, es decir, a esperar de rodillas a un costado de la escalera, mientras Phillipe se aprestó a estar con él, en la sala o el comedor. Pero en un momento, sentí un grito fuerte del Amo llamándome. Concurrí prontamente al salón y el Amo estaba frente al TV y estaba viendo unas imágenes, junto a él estaba Phillipe, un poco asustado, mirando también:

  • Observa esto - me dijo el Amo.

Lo que vi no era ni más ni menos que la grabación de lo que había sucedido esa mismo día.

Yo sabía que habían cámaras, yo mismo había gestionado su instalación, pero las instrucciones de uso eran otras: que se activaran con un código de seguridad cuando no habían ocupantes. Pero alguien las había modificado. Después supe que era el propio Amo quien lo había hecho.

  • Sé todo lo que ha sucedido - nos dijo a ambos esclavos- y ahora espero sus explicaciones. Ambos callamos.

Como ninguno quiere decir nada, entonces responderán mis preguntas. - señaló:

  • Tú - dijo, dirigiéndose a mí- ¿Por qué has tolerado y aceptado que Phillipe se comporte como tu Amo?
  • Señor, lo siento. He actuado mal en hacerlo, le pido perdón - le dije con absoluta convicción y total sinceridad.
  • Tienes la culpa mayor en todo esto - me respondió el Amo- eres mayor que Phillipe, tienes más experiencia y me debes más lealtad y respeto. Me has decepcionado y debes recibir un castigo, ambos lo merecen, pero para tí debe ser mayor, pues mayor es tu culpa. Y a ti, te falta aprender mucho aún, he relajado mi disciplina contigo - le dijo a Phillipe- y te has aprovechado de esas licencias. Las cosas deben cambiar.

Nos llevó a ambos a la mazmorra y desnudos nos ato por las manos y nuestras muñecas atadas introducidas en un gancho. Izados uno frente al otro, hasta quedar a unos 10 cm sobre el suelo. Yo podía sentir la piel de Phillipe y el sentir mi polla dura. Quedamos pegados ambos cuerpos. Yo sentía su respiración, sus latidos, su miedo.

El Amo Duncan cogió un cinto y lo puso a la altura de nuestras cinturas y lo cerro, logrando que ahora los cuerpo quedaran invariablemente juntos, inseparables.

Tomo un látigo de muchas colas, cada una de 30 cm de largo y 2 cm de ancho cada una y comenzó a azotar, nuestras espaldas primero, con fuerza e intensidad. Yo sentía el estremecimiento y padecía sin gemir los golpes, pero Phillipe gemía y se estremecía.

Sinceramente mi desprecio hacia él desapareció en esos instantes y se transformó en una profunda pena. Yo sufrí más por los golpes que Phillipe recibía que por que a mí me daban.

Cuando el Amo azotaba la espalda de Phillipe, me dolían más que los que yo recibía. Al principio estaba feliz por el castigo a mi compañero, pero ahora tenía una profunda pena.Al final, como decía el Amo, era yo el culpable de la situación.

Pero el Amo así lo había querido y nuestro deber era recibir ese correctivo y agradecerlo.

Fueron más de 100 azotes y dejó nuestras espaldas rojas y escocidas. Cuando concluyó nos dejó allí, exhaustos, sudados, doloridos, destruidos.

Nos dejo solos, a oscuras, para que meditáramos.

Yo no dije nada. Luego de un largo silencio, Phillipe me dijo “lo siento”.

Yo creo que de quedé dormido, pero una fría agua lanzada en baldes por el Amo me despertó. Supongo que era la mañana, pero no estoy seguro.

Nos bajó y desató, pero casi inmediatamente nos volvió a instalar frente a frente, separados 2 metros el uno respecto del otro, atados por las muñecas desde las vigas y a unos 10 kms del suelo, pero puso grilletes en nuestros tobillos y unidos por cadenas al suelo. Colgados y suspendidos, puso pinzas en las tetillas que estaba unidas por cadenas a otra pinza puesta en la tetilla del compañero de enfrente. Luego instaló sendos parachutes en mis bolas y las de mi compañero y las unió con otra cadena.

No pasaron nidos minutos y comenzó a agregar pesos en las cadenas que unen las pinzas de tetillas y bolas. Las pinzas aprietan y estiran las tetillas, cade vez con mas fuerza. Phillipe sufre, se retuerce y mueve ye eso hace que las pinzas y las bolas sufran más. Grita y se desespera. El Amo le pone una mordaza y nos vuelve a azotar. Con más fuerza aún, en culo, piernas, espalda. Los golpes hace que nos movamos y que se estiren las pinzas en las tetillas. Agrega más pesos que tensan más las cadenas y el dolor se incrementa en tetillas y bolas.

Que buena lección nos está dando el Amo. Como sufre Phillipe. Yo no puedo evitar que mi polla esté erecta, estoy excitado a tope. La situación me perturba. Estoy condicionado a sentir placer con el dolor, pero me estrelle ver a ese bello muchacho frente a mi sufriendo a un nivel que seguramente no ha experimentando antes.

Phillipe estiró mucho el elástico, creyó ser el preferido y que podía hacer lo que quería, pero no, un esclavo nunca puede creer eso, eso es una traición. Un esclavo sólo hace lo que el Amo quiere, no puede, no debe tener voluntad.

Aprenderá esta dura lección. Yo suelo olvidar las sutilezas de mi condición, como que puedo ser inferior a otro esclavo, pero que eso no implica que ese esclavo haga conmigo lo que desee, porque con ello le falto mi deber de lealtad a mi Amo.

El Amo no tiene piedad y agrega más pesos, el dolor se incrementa al ejercer más presión las pinzas en las tetillas y el parachute en las bolas.

Son ya más de 10 azotes, eso ya implica que la piel se daña y se rompe, seguramente sangrará en cualquier momento, si es que eso ya no se ha producido, pero honestamente no lo detecto, pues el calor de los golpes, ha hecho que los terminales nerviosos se vayan anulando. Estoy llegando a mi umbral de aguante, pero Phillipe ya está destruido completamente, sólo babea y se estremece con los golpes, ya no puede ejercer ninguna resistencia y su debilitamiento es total.

Eso no amilana al Amo que aplica golpes en culo y brazos, con una fuerza inusitada. Finalmente cesan los azotes. Ambos estados sudados y embargados por el dolor, yo consciente y no puedo advertir reacciones en Phillipe.

Nos deja un largo rato más con pinzas y parachutes y con las cadenas con los pesos sobre ellas.

Regresa luego y comienza a quitar los pesos, luego las cadenas y finalmente remueve las pinzas y los parachutes. Al hacerlo conmigo coge mis tetillas y las retuerce y logra que un grito de desesperación brote de los más profundo de mí, y mi Amo sonríe.

Hace lo mismo con Phillipe pero no obtiene reacción.

Coge una manguera y nos reanima con agua fría. Nos baja a la superficie. Mete a Phillipe en una jaula de metal, esposado y engrillado.

A mi me pone en un cepo y procede a raparme el pelo, lo que es visto por Phillipe, que permanece con la mordaza. Rapado, con una máscara de cuero, con solo un orificio, me introduce en una caja de metal y me deja allí. Sólo puedo respirar por el tubo que sale de mi máscara y llega al exterior de la caja. No escucho nada por mucho tiempo. Pierdo la noción, pero creo que es casi un día entero.

Cuando vuelve por mi estoy hecho una miseria. Sudado, agobiado, extraviado, confundido, agotado. Me voy arrastrando en cuanto tres él. Me ordena ducharme y puedo comer y descansar. Duermo un par de horas, hago ejercicios y me reincorporo. El Amo no me ha dicho nada.

Llega la noche, desde que el castigo comenzó han pasado dos días, uno de los cuales he permanecido encerrado, no obstante ello creo que me he recuperado bien este tercer día, que ya es lunes. Se han perdido muchos negocios del Amo, pero él lo ha estimado necesario.

Ya es la noche del lunes y no he visto a Phillipe, her permanecido casi sólo en el primer piso.

A eso de las 21 horas, el Amo me llama fuertemente “ñakislav”, y yo voy presuroso donde se encuentra, su dormitorio.

Voy y al acercarme me arrodillo y avanzo con la mirada puesta en el suelo, como buen esclavo.

Ahí me dijo que me pusiera de pie y que levantara la vista. Lo que vi me impactó: Frente a mi estaba Phillipe, rapado, luciendo un collar muy alto en el cuello, con su cuerpo aún marcado por los golpes, desnudo, con las manos en la espalda y mirando al suelo.

El Amo se acercó hacía mi, me acarició la cabeza y pellizco suavemente mis tetillas y acercándose a mi oído me dijo que lo follara.

Me acerqué a Phillipe, lo cogí, lo dí vuelta, lo fleché hacia adelante sobre la cama, le separé las piernas y sin avisar ni juegos previos, le metí mi polla, ya erecta, en su ojete. Estaba tan excitado que temí correrme, pero pude controlarme. Lo follé salvajemente, hasta hacerlo gritar y gemir. Jadeaba con mis ataques y eso me excitaba aún más. Hace mucho rato que no podía tener sexo y hacerlo con mi perro compañero no podía ser mejor. Cuando vi que el Amo se acercó tras de mí, me abrí yo de piernas y comencé a sentir como la dura y gruesa polla de mi Dueño comenzaba a perforarme con una fuerza que sentí en todo mi cuerpo su penetración, mis tetillas se pusieron duras y mis bolas parecieron romperse. Lograron acompasarnos y mis ataques a Phillipe coincidían con los de mi Amo sobre mi. Finalmente, después de mucho hacerlo, el Amo se fue en mi culo y yo entendí que debía hacer lo mismo. El Amo ordenó a Phillipe que limpiara las pollas mías y de él. Luego nos duchamos.

Me puso una máscara, una mordaza, un butt plus y me introdujo en una caja. Ahí estuve toda la noche, hasta que me sacó en la mañana.

Ahí descubrí que Phillipe estaba en la caja de al lado. Yo duché l Amo, le saque su leche y me alimenté de ella. Phillipe hizo lo mismo conmigo.

He vuelto a ser feliz.

Diario de Vida de Ñakislav (Parte XXXVII)

Xtudr és el xat per a gais fetitxistes definitiu. Troba fàcilment milers de nois de la teva ciutat que comparteixen els teus mateixos gustos i gaudeix enviant i rebent missatges en directe.

La xarxa nº1 de trobades entre nois us ofereix una experiència ràpida, fàcil, i divertida amb la qual podreu conèixer molta gent nova com MasterJuan.

Amb Xtudr podràs:

- Crear un perfil amb les teves fotos i afegir les teves preferències.

- Veure els perfils i fotografies d'altres usuaris.

- Enviar i rebre missatges sense límits.

- Utilitzar els filtres de cerca per trobar la teva mitja taronja.

- Enviar i rebre Taps als que més t'agraden.

Registra't a l'app fetitxista i BDSM més popular i comença la teva aventura.

https://www.xtudr.com/ca/relatos/ver_relatos_basic/32782