SIRVIENDO A KOLLER

Escrito por: obedezco_BEAR4040

Por fin me he hecho merecedor de servir a Koller

He tenido que pasar por varias pruebas antes de que Koller me acepte como esclavo. Me prestó a alguien del portal en un polvo que salió un poco mal. Tuve que dejarme follar por un negro y también me envió a una travestí del portal que me vistió de zorra y me dió una follada que tardaré en olvidar. Tenéis todos los relatos subidos y algunas fotos.

Hoy, por fin, Koller me espera en un hotel. En el coche, una vez aparcado, empiezo a ponerme nervioso mientras me saco los slips. Me ha pedido que llegue sin nada debajo.

Entrar en el hotel siempre me ha dado vergüenza, el tío de recepción me pregunta donde voy, le digo el número de habitación que Koller me ha whatsappeado. Me indica donde está el ascensor, me doy la vuelta y mientras camino hacia él imagino que el cabrón está pensando “ese va a que se lo follen bien follado”.

De todas formas, Koller me pidió que no me corriera los 10 días anteriores a la fecha marcada. Y así lo he hecho, y llevo mes y medio sin que nadie me folle. Eso no me lo ha pedido, pero me gusta, porque el ha dicho que me quiere muy muy caliente. Está claro que le excita, pero también me conoce bien, soy rebelde, grandote y a menudo activo. Pero cuanto más caliente estoy, más sumiso me pongo.

Tantos días sin correrme, así que imaginaos, antes de darle unos golpes a la puerta, estoy bien duro. Y voy a estar bien duro toda la sesión, como demuestran las fotos y los vídeos que Koller me ha ordenado subir en mi perfil de este portal.

Me abre la puerta, saludo cordial, y enseguida orden de desnudarme. Escucho su satisfacción:

• “Muy bien, puta, sin bragas como te ordené”.

Me desnudo entero y enseguida me suelta:

• “Tumbate en la cama con las manos a la espalda”

Noto como me ata con algún tipo de muñequera. Más que ver, escucho cómo después se va desnudando. Mi cabeza ha quedada apoyada mirando hacia la derecha, donde hay un sofá lleno de juguetitos. Parece que Koller ha traído su arsenal, me excita saber que viene dispuesto a jugar y mi esfínter se contrae un poco por que me siento desnudo, indefenso cuando mis ojos se detienen en un dildo negro de unos 22cm y un ass tunnel que es como un bazooka. Este hombre esta loco!

Decido mirar hacia al frente para relajarme. Koller no quiere perder el tiempo, noto su mano jugueteando con mi culo. Siento como algo frío presiona mi agujero, y se abre paso poco a poco. Mientras pienso que no estoy dilatado aún, ni suficientemente relajado, lo que parece ser una bona china está practicamente dentro, gimo, me duele un poco la follada a palo seco, demasiado rápida, sin lubricación. Pero ya está dentro, respiro profundamente, mientras Koller quiere más, y noto una segunda, me parece más grande aunque no lo sé seguro, va entrando un poco mejor y cuando entra esta vez mi gemido es más de placer. Juraría que siento la satisfacción de Koller en el ambiente, sé que es lo que le gusta, demostrarme que soy una puta, que voy de machito, pero que cuando encuentro a alguien que sabe tratarme, que sabe trabajar bien mi culo, me rindo y me convierto en una puta sedienta de más. Oohhhh, la tercera bola acaba de entrar, me contraigo un poco y mi polla bien dura se frota con la cama. Mi polla me habla, me dice bien claro que Koller me ha puesto a 100, estoy a reventar y apenas un poco de plástico ha tocado mi cuerpo.

Parece que 3 bolas no son suficientes, así que el cabrón decide seguir llenando mi depósito. Estoy sintiendo otra vez algo que intenta entrar, me va abriendo poco a poco el culo, esta vez es algo más largo que se va haciendo más y más ancho, imagino que debe ser un plug porque de repente entra y se queda fijo a mi culo. Me encanta esa sensación.

• “Abre las piernas”

Me golpea en las nalgas, suave, dirige sus golpes hacia el plug, y cuando le da de pleno, ooohhh, un escalofrío de placer recorre mi espalda, el plug empuja y golpea a las bolas que tengo dentro. Que placer!

Me ayuda a levantarme, no es necesario ser listo para entender que ahora quiere que le devuelva algo del placer que me está dando. Me siento torpe con las manos atadas a la espalda, pero con su ayuda acabo de rodillas frente a la cama. Ahora le veo bien, su cuerpo de oso está desnudo excepto por unos slips negros. Se sienta enfrente, se baja un poco sus slips y saca su polla morcillona. Siempre me ha gustado chupar rabo, imagino que eso los receptores lo sienten, quiero ser digno de Koller, así que me esfuerzo por darle placer.

• “Joder cabrón, que bien la chupas”.

Jejeje, parece que me estoy ganando a Koller, punto para mi. Lo que no he previsto es que le gusta tanto que me tiene como 10 minutos chupandole la polla de rodillas en el suelo, me duele, intento cambiar de posición sin parar, erguir mi cuerpo un poco, cualquier cosa para cambiar la distribución de pesos.

• “Anda, levántate”.

Joder, que fácil es decirlo, me cuesta lo mío y me echa un cable para conseguirlo. Se pone detrás de mí y me desata. Veo como se quita el slip mientras me dice:

• “Vénte a la cama, y sigue chupando que me encanta como lo haces cabroncete”.

Pongo mi cabeza entre sus rodillas y me voy acercando a su rabo, me siento feliz de que Koller valore mi boca y que permita darle placer desde una posición más cómoda. Me gusta escucharle gemir, me agarro bien a él y juego con mi lengua y mi garganta en la zona interior de sus muslos, en sus huevos, en su glande… muerdo suave la base de su polla. Siento como le lleno de placer, y por un instante siento que domino la situación.

No sé el tiempo que pasa, no me queda claro, pero lo que sí tengo claro es que sentir esa erección en mi boca me está calentando, mi polla sigue igual de dura en toda la sesión, pero mi culo quiere polla. Quiero sentir a este tipo grandote dentro, estoy muy caliente, quiero que haga de mi su puta.

No creo en las coincidencias, pero Koller me aparta a los pocos segundos. Se levanta de la cama, y mi mirada le sigue hasta el sofà, donde se hace con una especie de strap-on, como una polla negra grande que se ata a la cintura. Veo como introduce su rabo en esa polla negra de plastico que queda fijada a su cintura. No es muy grande, unos 16 o 17, aunque bastante grueso.

• “Túmbate mirando hacia arriba”.

Así lo hago, claro!

• “Levanta las piernas joder”

Estoy deseandolo, veo a Koller, grande, robusto, con su perilla, y ese arnés puesto y solo puedo pensar entra, entra, entra en mi.

Primero me quita el plug, despacio, aunque noto que estoy listo, los juguetes pero sobretodo mi propio deseo han dilatado mi culo. Se acerca despacio, intento mantener mis piernas con las rodillas bien cerca de mi pecho, intento facilitarle la vida y funciona… ! Va entrando poco a poco, pero sin parar, no es un golpe fuerte, pero es una buena follada, en cuanto me doy cuenta Koller esta dentro de mi ayudado del strap’on y yo estoy gimiendo, se siente de puta madre, es algo blando y me da mucho placer. No me veo, pero estoy seguro que debo estar goteando.

Fijo la mirada en Koller, está callado, no me llama puta ni nada, pero veo sus ojos, están bien fijos en mi cara, escruta mi placer. Tiene una pequeña sonrisa de autosatisfacción en su cara. Cabrón, te sientes muy hombre lo sé, estoy gimiendo como una zorra bajo tus embestidas, y eso te provoca esa sonrisilla en tu cara. Pero no puedo evitarlo, ni siquiera puedo retener esas ideas en mi cabeza, el placer me domina, echo mi cabeza hacia atrás y gimo, una y otra vez. El se inclina hacia mi, ubica su cuerpo entre mis piernas que abrazan su espalda y me besa. Me dice bien claro que domina mi cuerpo, que soy su zorra, pero que se siente orgulloso de dominarme, de domarme, de demostrarme que domina mi placer más de lo que a mi me gustaría cuando voy de machito por el mundo.

Se cansa de montarme y se sale de mi. Se tumba boca arriba, yo me pongo a su lado, le atraigo y me introduzco ese rabo, follamos de lado, me encanta como me agarra el estomago para hacer presión para entrar más dentro de mi. No puedo parar. Me suelto, me incorporo, y voy hacia él, quiero montarme en su rabo, necesito más.

Ok, el tío es bueno, ha conseguido que quiera más y más polla, pero que quede claro que lo que me está perdiendo es haber estado tantos días sin correrme, y tantos días sin una buena follada. Ya véis, me sale un poco la rebeldía, quiero pensar que yo no soy así, que es la necesidad.

Y el cabrón, no sé, a veces parece que sepa que pienso. Para y me dice:

• “Muy bien putita, lo has hecho muy bien. Juajua.. estabas tan caliente que ni te has dado cuenta”.

No entiendo nada, paro de subir y bajar sobre su rabo falso, le veo reirse.

• “Eres tan puta que ni te das cuenta, jua jaujaua..”

Joder, por que se descojona de mi, me estoy sintiendo mal, que está pasando?

• “Zorra, te da suficiente gusto mi dildo? dime.”

Pues sí claro, estoy bien duro y húmedo cabrón lo estás viendo.

• “Entonces por que has dejado que te folle hasta bien dentro con las tres bolas chinas dentro.. jauajaua, eres una buena zorra que nunca tiene suficiente.”

Se me había olvidado! Llevo las 3 bolas dentro y este cabrón venga darle con el dildo… ahora entiendo pq me moría de gusto con un rabo no demasiado grande. Agacho la cabeza, avergonzado, humillado mientras pienso que tiene razón, soy su puta.

• “No te pongas triste hombre, es lo que eres, te gusta y puedo demostrarte que aún no has tenido suficiente. Ven que te saco las bolas”.

Libre de las bolas, me pide que me ponga de pie. Me acerca una silla pero me dice que no me siente. Se aleja de mi, me da morbo verle, no es un tio de gimnasio, no es un tío fuerte, con esa polla falsa en la cintura… reiros lo que queráis, pero me ha domado.

Se quita el strapon y coge el dildo de 22 cm. Se me acerca, yo miro ese dildo, miro como Koller lo apoya en la silla y lo sujeta con su mano. No es la primera vez que alguien intenta meterme algo así de grande, la polla del travestí era una bomba, o la del amo argentina, pero esto parece algo más grande y mucho más duro. No espero a que me lo pida, porque lo deseo. Me acerco, con mi mano busco que el inicio del dildo quede en la entrada de mi culo. Y empiezo a doblar las piernas despacio, siento como entra, entra bien, fácil… noto como el placer me invade, joder, me vuelve loco, sigo con ello, Koller sorprendentemente está callado, sólo mirando. Ya no sujeta el dildo, se pone delante de mí y me acaricia el estómago, el pecho y sacude un poco mi polla. Es como si le gustase mirar pero quisiera comprobar que soy real, de verdad.

Sigo bajando, cm a cm, sin parar, el placer se incrementa, me empieza a costar, pero la gravedad esta a mi favor, empujo un poco más, ya no puedo reprimir mis gemidos, arqueo la espalda, tenso los dedos de los pies… uff… q gusto, quiero más, lo necesito entero dentro de mi, así que empiezo a subir y bajar un poco, suave, intentando acostumbrarme al nuevo calibre, pero no tengo paciencia, estoy muy salido, empujo fuerte un poco más… y consigo notar la silla en mis nalgas, está bien dentro y en el momento en que mi mente comprende eso, al segundo posterior, exploto! Le tengo en frente y le salpico, he explotado literalmente, estaba lleno de leche, fijo mi mirada en mi rabo, veo como salen chorros de leche de dentro de mi. Si no me creeis mirad el vídeo, flipo con mi corrida cada vez que la veo de nuevo.

• “Esa es tu medida zorra, ahora ya lo sabes, los 22cm hacen que vacíes tus huevos de toda la leche sin que nadie te haya apenas tocado. Recuerdalo, es lo que eres, es lo que necesitas.”